18 mayo 2007
GUALEGUAYCHÚ, Argentina – Ante la proliferación de proyectos económicos y políticos que descartan de la mirada, el necesario cuidado del medioambiente, sectores religiosos, preocupados por el tema, comenzaron a debatir con la población, una nueva cultura ambiental.
El pasado sábado 12 en la ciudad entrerriana, cuna de las protestas por la instalación de las plantas procesadoras de celulosa en Uruguay, se llevó a cabo un Foro Interreligioso denominado "Compromiso hacia una nueva cultura ambiental," que llamó a una conversión ecológica del hombre y la mujer.
Organizado por el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) para el Programa de Ciudadanía Ambiental Global del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se realizó en la Iglesia Evangélica Río de la Plata. Los paneles que estuvieron a cargo de Osvaldo Fornari, (Grupo de Reflexión Rural), un integrante de la Asamblea Juvenil (Asamblea Ambiental Ciudadana de Gualeguaychú), Fray Eduardo Agosta Scarel (Iglesia Católica), la licenciada Sandra Carlino (Comunidad Islámica), el presbítero Gabriel Bautista (Comisión Arquidiocesana de Ecología), y el doctor Martín Alazard (Asamblea Ambiental Ciudadana de Gualeguaychú).
La Declaración final, que será enviada el 20 de mayo a la Organización de las Naciones Unidas, en su programa ambiental, dice que "el llamado a salvar a la tierra de la progresiva destrucción que viene desplegando la cultura predominante en nuestros días es una de las principales y dramáticas urgencias de la humanidad."
Aseguran en la misma, que el cambio climático puede causar un aumento en la extensión e intensidad de las guerras por los territorios y sus bienes naturales. Porque las fuertes modificaciones en los ecosistemas desencadenan masivas migraciones, obligan a modificar fronteras y dejan a millones de seres humanos sin hogar.
Consideran que la educación en valores éticos ambientales y sociales es fundamental. "Necesitamos tomar conciencia de que esta es una cuestión sagrada: el ser humano y el medio ambiente son creación de Dios y como tales únicos e irrepetibles. Los seres humanos sólo administramos la creación; por eso, la conversión espiritual nos debe llevar a una conversión ecológica. El modelo de la conversión espiritual podría aplicarse a las relaciones entre los seres humanos y su ambiente – paisajes naturales, rurales, urbanos e industriales: dejar un estilo de vida y adoptar otro diferente, un estilo de vida más austero, simple y sencillo, basado en la obediencia a Dios y a sus mandamientos."
La declaración final completa en: http://www.alcnoticias.org/articulo.asp?artCode=6015&lanCode=2.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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