7 mayo 2007
SAN JUAN, Puerto Rico – Puerto Rico se encuentra en un proceso de revisión de su Código Civil, el que data del año 1889. Los proyectos de reforma del máximo cuerpo legislativo social de la isla, han generado no pocos problemas en la sociedad. Mientras sectores defienden la posibilidad de modificaciones que contemplen las uniones de hecho, el derecho a una muerte digna cuando la persona padece de una enfermedad terminal o que afecte sustancialmente la calidad de su vida, y otros temas del campo de la bioética, la Iglesia Católica y otras denominaciones manifiestan su disconformidad contra las mismas.
El obispo Juan A. Vera Méndez, representando a la Iglesia Metodista de ese país, presentó el pasado 2 de mayo, ante la Comisión Conjunta Permanente para la Revisión y Reforma del Código Civil de Puerto Rico, una ponencia donde dejó clara la posición de esa Iglesia ante las reformas previstas.
El prelado metodista expresó: "En estos días en el país se habla de condenar a sectores, que igual que aquella mujer, no tienen un estilo de vida aceptado por la mayoría de la sociedad, ni por la interpretación mayoritaria de las enseñanzas cristianas. Esa enorme responsabilidad de juzgar se la dejamos al Señor Jesucristo, que sea él quien se encargue de juzgar a los que viven un estilo de vida alternativo. Fieles al Evangelio de Cristo somos portadores de un mensaje que perdona, sana, restaura y redime a la gente. La gracia de Dios es mayor que el rechazo y el discrimen contra cualquier minoría."
Sobre la homosexualidad y las uniones de hecho, que son los ítems más controvertidos el proyecto, Vera Méndez afirmó: "Reconocemos que la sexualidad es un don de Dios para todos. Creemos que las personas pueden ser totalmente humanas sólo cuando ellas mismas, la Iglesia y la sociedad reconocen y afirman ese don. Convocamos a todas las personas a la plena, disciplinada y responsable plenitud de sí mismas, de los otros y otras y de la sociedad en la mayordomía de este don. Así mismo reconocemos nuestra comprensión limitada de este complejo don e invitamos a las disciplinas médicas, teológicas y humanísticas a unirse en un esfuerzo intencional por entender la sexualidad humana de manera más cabal.
Las personas homosexuales, tanto como las heterosexuales, son individuos de valor sagrado. Aún cuando todas las personas son seres sexuales, ya sea que estén o no casadas, en la Iglesia Metodista de Puerto Rico creemos que las relaciones sexuales solo se afirman humanamente dentro del vínculo matrimonial. El sexo puede tornarse en objeto de explotación tanto dentro como fuera del matrimonio. Rechazamos todas las expresiones sexuales que dañan o destruyen la humanidad que Dios nos ha dado por derecho de nacimiento y afirmamos únicamente la expresión sexual que afirma esa misma humanidad."
Encuentre la ponencia completa en: http://www.alcnoticias.org/articulo.asp?artCode=5951&lanCode=2.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
|