29 marzo 2007
CIUDAD DE GUATEMALA – Con firma del obispo de Huehuetenango, Rodolfo Bobadilla Mata, quien se desempeña como Presidente de la Pastoral de Movilidad Humana de la
Conferencia Episcopal de Guatemala, se emitió una carta pastoral con motivo de la Semana Santa, titulada "La Cruz del migrante, fuente de esperanza."
La celebración del Vía Crucis es el camino de todos los seres humanos, un itinerario en donde el dolor, el sufrimiento y la muerte sí existen y son reales, afirman, "pero se transforman en la resurrección de Jesús, que nos dona la esperanza de una vida nueva, ella "es la invitación más poderosa a globalizar la solidaridad y reconstruir la esperanza en "cielos nuevos y nueva tierra, en un mundo en donde reine la justicia."
La pastoral anima a a los migrantes a reconocerse ellos mismos como denuncias vivas de las desigualdades de una globalización excluyente y profetas que proponen la justicia social para un mundo nuevo. "Su sola presencia es una llamada a la conversión, un estimulo para el cambio," aseguran.
La carta insta a las autoridades de los Estados a escuchar la voz de quienes sufren la desintegración familiar por las excesivas deportaciones masivas y a reconocer en la persona del migrante, el derecho a la "ciudadanía universal," por el simple y fundamental hecho de ser miembro de la familia humana, partícipe de la sociedad mundial, con derecho a ocupar un espacio digno y contribuir con su presencia y trabajo al bien común. Exigen también el cese inmediato de las deportaciones masivas desde Estados Unidos y México.
Las sociedades receptoras son igualmente llamadas a derribar las barreras de los prejuicios y discriminación, a acoger en un intercambio cultural respetuoso y enriquecedor a quienes llegan a sus puertas.
Aseguran que el itinerario de vida de Jesús y la vía del dolor hacia la cruz, es un camino que se sigue repitiendo hoy en miles de personas del mundo entero. "Jesús está caminando hoy con los marginados, los últimos de la historia y con los migrantes, que son los más vulnerables. El se hace vida en el sufrimiento y en el calvario de miles de personas que caminan con sueños e ilusiones de buscar una vida mejor. El ilumina a los que luchan a favor de la vida, de los derechos humanos y la dignidad de todos los seres humanos. Asimismo, El nos invita a luchar para construir el Reino de paz, amor, justicia y libertad con una verdadera expresión de espiritualidad solidaria que nace de la cruz."
El compromiso de la Pastoral de Movilidad Humana está comprendido y a animado, dicen, por el ejemplo de Jesús "que experimentó la migración y que desde su encarnación en un pueblo y cultura concreta, vivió en su práctica, los valores del Reino (...) y que con su muerte en la cruz y con su resurrección, hizo de muchos un solo pueblo."
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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