12 marzo 2007 Por Mabel Barreto, Prensa Metodista
LIMA, Perú – La Iglesia Metodista de Perú (IMP) se reincorporó al Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP), después de 40 años. El obispo metodista Jorge Bravo entregó al pastor Rafael Goto, presidente del CONEP, la carta en la que esta iglesia, históricamente la primera iglesia evangélica que inició sus actividades en el país en 1877, solicita su reincorporación a la entidad representativa de la comunidad evangélica peruana.
La Iglesia Metodista, junto con la Iglesia Evangélica Peruana, la Iglesia Libre de Escocia, la Iglesia del Nazareno y la Sociedad Bíblica Británica, fue fundadora del CONEP, en 1940, pero en 1968 decidió retirarse del Concilio debido a fuertes críticas de la que fue objeto por su apertura al diálogo ecuménico.
La reincorporación se hizo posible gracias a la invitación formulada por las autoridades del CONEP para reiniciar el proceso de conversaciones iniciadas en la década del 90 durante el episcopado del reverendo Jorge Figueroa. El obispo Bravo, cumpliendo las resoluciones de anteriores asambleas generales, decidió responder positivamente, haciendo posible de esta manera el retorno.
"La presente tiene por finalidad expresar el agradecimiento por la invitación que hicieran a la IMP para que pueda reincorporarse al CONEP," reza el texto de la carta entregada hoy al presidente del CONEP. Agrega la misiva que con ella la IMP formaliza su reincorporación.
El secretario ejecutivo del CONEP resaltó la contribución que a partir de ahora puede significar la presencia de la Iglesia Metodista: "Es una iglesia que tiene cuadros profesionales, que opina sobre la situación del país." Refiriéndose a las tareas inmediatas, señaló que todos las iglesias "tenemos que ver cómo aportamos a la construcción de un régimen de igualdad en este país."
Rafael Goto resumió la satisfacción con que el Concilio recibe nuevamente a los metodistas, y afirmó que hay que ver al CONEP "como un dique que contiene las aguas que vienen por diversos canales, no para empozarse, sino para que pueda ser canalizada hacia las demandas que recibamos. Y eso responde al espíritu wesleyano, que sostiene que "en lo esencial, unidad; en lo no esencial, libertad."
Para los metodistas, el retorno también es muy importante. Luego de una primera parte del camino en solitario, cuando se peleaba por la libertad de culto, se sumaron esfuerzos en el CONEP. Durante la separación del CONEP ocurrieron hechos importantes en el país, respecto de los cuales la Iglesia Metodista y el Concilio se pronunciaron. Hoy, cuando los evangélicos en el Perú son una población de más de tres millones de personas, nuevamente se abre la posibilidad de realizar un trabajo conjunto.
El CONEP, entre otras instancias, participa hoy de la vida del país a través del Acuerdo Nacional, foro que reúne a todos los partidos, gremios, instituciones empresariales, movimientos e iglesias que definen por consenso las metas nacionales.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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