14 marzo 2007 Víctor Liza Jaramillo
LIMA, Perú – La bancada parlamentaria del Partido Aprista Peruano presentó un proyecto de ley sobre el tema de la igualdad religiosa, con la finalidad de que el Estado evite que haya discriminación hacia otras confesiones no católicas en los diversos campos de la sociedad.
Este proyecto de ley, que será debatido en las próximas semanas en el Congreso de la República, pretende regular lo establecido en el artículo 50 de la Constitución Política del Perú, cuyo texto hace alusión a la colaboración del Estado con otras confesiones, como las evangélicas y otras no cristianas.
La iniciativa legislativa establece que ningún ciudadano está obligado a manifestar su creencia, y a recibir la enseñanza religiosa de acuerdo al credo que profesa, puesto que en muchos colegios públicos se enseña la religión católica a todos los estudiantes, sin considerar su creencia o ideología.
También instaura sanciones de hasta por más de tres mil dólares americanos de multa a quien impida el ejercicio religioso, y la destitución del puesto en el caso de que sea un funcionario público.
Otra novedad es que considerará entidad religiosa a todas las iglesias, confesiones o comunidades religiosas de cualquier creencia, así como a sus federaciones y confederaciones, las cuales estarán exoneradas de impuestos a la renta, de alcabala, predial y a la propiedad vehicular; y excluye de sus alcances a las organizaciones con fines lucrativos.
Este proyecto es suscrito por el Partido Aprista, del presidente Alan García, y entre sus firmantes figura la actual presidenta del Congreso, la también oficialista Mercedes Cabanillas, que además es evangélica, y parlamentarios de otras agrupaciones políticas, como Acción Popular y Restauración Nacional, esta última de inspiración evangélica.
Si bien es cierto en el Perú existe plena libertad religiosa desde 1915, otros grupos religiosos cristianos y no cristianos, así como algunos sectores liberales, consideran que el Estado aún concede algunos privilegios en beneficio de la Iglesia Católica, y piden que el país sea un estado laico, sin beneficios para ninguna creencia.
La Iglesia católica tiene un 85 por ciento de adeptos en todo el país; y los que se identifican como evangélicos o protestantes, en sus diferentes tradiciones, son un 11 por ciento; mientras que los otros grupos no cristianos suman un cuatro por ciento.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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