29 enero 2007 Por Juan Michel Un
vaso de agua puede contar toda una historia. Como el que le fue ofrecido no hace
mucho a Dunstan Ddamulira en el interior de Uganda. "En mi país [Uganda] -dice
Ddamulira- no se puede negar agua para beber. Así es que me detuve en esa casa
y pedí un vaso de agua. Una joven me lo dio. Era lodo en un 50 por ciento." Y
en apoyo de sus palabras, muestra una foto que tomó con su teléfono móvil. Es
realmente lodo en un 50 por ciento. Esto ocurría en Bijaba,
una aldea de unas 150 familias en Uganda central. La aldea está en lo alto de
una colina. En la estación lluviosa, los aldeanos se surten agua de un pozo que
cavan para recoger el agua que escurre por la colina. En la estación seca, deben
buscarla en un valle a unos ocho kilómetros. Lo que los
aldeanos de Bijaba tienen que soportar es una experiencia diaria para alrededor
de 1.100 millones de personas en el planeta. No tienen acceso a agua suficiente
ni segura para beber ni para satisfacer sus necesidades domésticas. Como consecuencia
de ello y de la falta de instalaciones sanitarias adecuadas, unos dos millones
de personas mueren cada año, siendo niños la mayor parte. Muchas
más personas sufren diariamente por la falta de agua. En algunos países pueden
ser necesarias cinco horas diarias de trabajo para satisfacer las necesidades
de agua de una familia, y serán mujeres y niñas las que soporten la mayor parte
de esa carga. Y por supuesto, también están las enfermedades relacionadas con
el agua, y los perjucios para la educación inseparables de la mala salud y de
los esfuerzos para acarrear agua. Más del 80 por ciento
de las poblaciones afectadas por la escasez de agua son rurales. Dos tercios de
ellas están en Asia. Más del 40 por ciento de la población del África subsahariana
entra en este grupo. Como en muchas otras situaciones de injusticia, explotación
y privación, los pobres son los más afectados. "La falta de agua empuja a la gente
al círculo vicioso de la pobreza," dice Ddamulira. Cómo
combatir las causas ¿Por qué se da esta situación? "En
Uganda -explica Ddamulira-, se combinan varios factores: presupuestos insuficientes,
distribución desigual, falta de tREDAología adecuada para las zonas rurales, corrupción
de la administración pública." Ddamulira es un experto de la Agencia de Cooperación
e Investigación para el Desarrollo, que apoya proyectos de suministro de agua
y saneamiento, además de concientización y formación, dirigidos especialmente
a las mujeres. Para Moshe Tsehlo, de Lesotho, es en la
gestión pública donde radica una de las principales causas del problema. En su
país, cinco embalses permiten al gobierno vender agua a Sudáfrica. Lo que sucede
con los ingresos obtenidos es un misterio, dice, por la falta de transparencia
gubernamental. Aunque las fuentes del agua están en zonas rurales, éstas no son
una prioridad para el gobierno a la hora de decidir el suministro. En consecuencia,
la agricultura de subsistencia padece por falta de riego, y las poblaciones afectadas
emigran de las aldeas a las ciudades. Tsehlo es el coordinador
en Lesotho de Uso Participativo y Ecológico de la Tierra, una organización que
promueve y presta apoyo a pequeños proyectos de extracción de agua, riego y embotellado.
"A nivel nacional, nuestro esfuerzo apunta a reformar la Constitución para incluir
el acceso al agua como derecho humano," dice. "Necesitamos ese marco legal para
impedir la privatización del agua en nuestro país," añade. Ddamulira
y Tsehlo participaron en el Foro Social Mundial que tuvo lugar del 20 al 25 de
enero en Nairobi, Kenia. También estuvieron allí Danuta Sacher, jefa del departamento
de política y campañas de Pan para el Mundo (Alemania), y Asa Elfstrom, asesora
senior sobre agua y desarrollo de la Iglesia de Suecia. Para
Sacher, la tremenda escasez de agua que tantas poblaciones sufren en todo el mundo
es una clara expresión de la marginación de los pobres. "A los gobiernos no les
importan los pobres. Tampoco prestan atención al ciclo del agua a largo plazo,"
dice. "Sólo son capaces de ver la cuestión con ojos comerciales, y no captan el
problema en toda su complejidad." La organización de
Sacher ha hecho campaña por el derecho al agua en los últimos cuatro años, y ella
no vacila en señalar con el dedo al Banco Mundial. "A causa de su influencia sobre
la definición de las políticas nacionales y de su mensaje favorable a la privatización
como ‘la' solución, hemos perdido tal vez diez años," afirma. Para
la Iglesia de Suecia, que colabora con otras organizaciones en tres continentes
y en unos 30 países, la cuestión del agua será una prioridad en los próximos tres
años, dice Elfstrom. Este año será el tema de la campaña eclesiástica de colecta
de fondos en cuaresma. Denuncia ecuménica Las
cuatro organizaciones representadas por Ddamulira, Tsehlo, Sacher y Elfstrom son
miembros de la Red Ecuménica del Agua (Ecumenical Water Network, EWN), iniciativa
promovida por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI). La
REDA estuvo presente en el Foro Social Mundial 2007 como parte de la coalición
ecuménica internacional liderada por el CMI. La red agrupa a iglesias, organizaciones
y movimientos interesados que han aunado sus fuerzas para proteger y realizar
el derecho de acceso al agua en todo el mundo, y para cuidar de que un testimonio
cristiano común sobre los problemas del agua se oiga en el debate mundial. La
REDA promueve iniciativas y soluciones comunitarias y aboga por que el agua sea
considerada un derecho humano además de ser un don de Dios. Trata también de concientizar
a las iglesias sobre la urgencia del problema. Entre
las muchas ideas que las organizaciones de la REDA se han llevado de Nairobi figura
una propuesta de documentar casos de violaciones del derecho al agua. Además,
invitarán a otras organizaciones a sumarse a la iniciativa "Octubre Azul," que
consiste en hacer campaña por los derechos al agua -cada organización con su propio
enfoque- durante una semana de ese mes. "Hay que denunciar
y actuar cuando el agua que da la vida se halla amenazada de forma tan sistemática
y generalizada," afirmó la reciente Asamblea del CMI en su declaración Agua para
la vida. Eso es precisamente lo que intentan las organizaciones de la Red Ecuménica
del Agua. Sitio web de la Red Ecuménica del Agua: http://www.oikoumene.org/es/activities/la-reda.html.
La declaración de la IX Asamblea del CMI sobre "Agua
para la vida" puede verse en el sitio web del CMI: http://www.oikoumene.org/index.php?id=1955&L=4.
Consejo Mundial de Iglesias Juan Michel, encargado
de prensa del CMI, es miembro de la Iglesia Evangélica de Río de la Plata en Buenos
Aires, Argentina. |