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diciembre 2006 COCHABAMBA, Bolivia – Los delegados y delegadas
a la XIX Asamblea General de la Iglesia Evangélica Metodista en Bolivia, realizada
los días 15 y 16 de diciembre, en la ciudad de Cochamba, dieron a conocer ayer
una Carta Pastoral al pueblo de Bolivia, a raíz de los enfrentamientos y manifestaciones
que en las últimas semanas han complicado el panorama político y social, en ese
país del altiplano. Con espíritu de reconciliación, la
carta firmada por el obispo Carlos Poma, comienza describiendo la diversidad étnica
y geográfica de la nación. Afirma que la diversidad ha sido siempre la característica
con la que les ha tocado vivir, pese al esfuerzo que han hecho de encontrar diferencias
unos a otros. "Esta búsqueda de diferencias, nos ha llevado peligrosamente a confrontaciones,
no solo ideológicas, sino también raciales, económicas, discriminatorias, excluyentes,
sin darnos cuenta de la riqueza que significa vivir en una sociedad con diversidad,
con libertad, con derechos y obligaciones," denuncia. "Cuidado,
agrega, hay actitudes que pueden llevar al colapso y también hay el riesgo de
atentar contra el don mas sagrado que es la vida humana." La
Iglesia Evangélica Metodista en Bolivia subraya su autoridad moral para hablar
de la posibilidad real de convivir en paz en la diversidad. "Hemos entendido que
pese a la diversidad con que fuimos creados, podemos vivir, trabajar, llevar el
mensaje de Dios juntos, unidos Aimaras, Quechuas, Cambas, Collas, Chapacos, Guaraníes.
Estamos sirviendo durante 100 años en todas las regiones de nuestra amada Bolivia,
en educación, salud, obra rural, en la evangelización. Nuestros líderes son diversos,
tenemos Obispos y Pastores Aimaras, Quechuas, de clase media y hemos aprendido
a amarlos y respetarlos seguros de la misión que cada uno lleva implícita," dicen.
Desafían, en estos tiempos difíciles, a los habitantes
de su país a deponer todo acto de violencia que significa injusticia, y optar
por el diálogo, la concertación. "Ya hay muchos cadáveres y estos no solucionan
ningún problema. La vida es el único vínculo que nos da esperanza porque es un
don de Dios. Hay un pueblo sufrido, sin techo, sin trabajo que tiene que emigrar,
dejar sus familias, hijos abandonados que esperan con desesperanza," reclaman.
Para finalizar, invitan a los y las bolivianas a encontrar
caminos, sin apasionamientos, que lleven a poner de lado las diferencias y usar
de los talentos e inteligencia para hacer la vida de todos y todas mas humana
y mas Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación |
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