14 diciembre 2006
VICTORIA, Brasil – Así como criticó a Benito XVI cuando, en un aula en Regensburg, Alemania, en septiembre, criticó a un líder religioso musulmán, lo que generó indignación en sectores del Islam, la Iglesia Presbiteriana Unida del Brasil (IPU) aplaudió, ahora, la reciente visita del papa a Turquía, donde fue "realmente un constructor de puentes," un pontífice.
En nota dirigida a la Iglesia cristiana, a los fieles musulmanes y a todos los que buscan la paz en el Brasil y en el mundo, el moderador de la IPU, reverendo Manoel de Souza Miranda, manifestó agrado a la forma como el pontífice católico-romano se posicionó en la mas importante visita de un jefe religioso cristiano en el propio ambiente religioso del Islam.
"Queremos añadir que es necesario y urgente descender de cualquier pedestal religioso, porque la fe acuerda con la humildad, y la humildad es característica inconfundible de todo aquel que cree con fidelidad," recalcó Souza Miranda. El papa, destacó el moderador, puede hacer significativa diferencia en el diálogo inter-religioso, en la cooperación entre los pueblos y en el fin de los conflictos históricos.
El moderador de la IPU espera que Dios "sea siempre buscado por todos los líderes religiosos del planeta, antes de cualquier palabra o acto, en la certeza de que la paz es algo que interesa a todos los pueblos, tengan o no una religión."
La IPU fue creada en 1983, en Victoria, en Espíritu Santo, donde también está localizada su sede nacional. Se trata de una iglesia pequeña, con 52 congregaciones, con fuerte concentración en la región Sudeste (San Pablo, Río de Janeiro, Espíritu Santo y Minas Gerais), reuniendo cerca de 4,5 mil fieles.
Ella integra el Consejo Nacional de Iglesias Cristianas del Brasil (CONIC) y tiene, entre sus propósitos, promover la unidad y la comunión de todos los cristianos, desenvolver y participar de acciones concretas apuntando a la justicia, la paz, y la promoción del ser humano y de la vida.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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