12 octubre 2006
CIUDAD DEL VATICANO – El papa Benedicto XVI firmará próximamente un decreto con el que facilitará la celebración de la misa en latín, con la esperanza de poner así fin al cisma de los católicos integristas adeptos de Monseñor Lefebvre, informaron el miércoles diversas fuentes.
Una fuente vaticana que pidió el anonimato señaló a los periodistas que el Papa está preparando un decreto "sobre las relaciones con los tradicionalistas," que piden celebrar libremente la misa en latín, según el llamado rito de San Pío V o tridentino.
El decreto tendrá forma de un "indulto," es decir, una derogación del derecho común que rige las celebraciones de la Iglesia Católica, indicó la misma fuente.
Los diarios italianos señalaron que el Papa podría publicar su motu propio antes de Navidad, aunque la Curia vaticana sigue mostrando una fuerte oposición.
El abandono de la misa en latín tras el Concilio Vaticano II (1965) fue una de las causas de la ruptura protagonizada por los adeptos del obispo francés Marcel Lefebvre, excomulgado por el papa Juan Pablo II en 1988. La Misa en latín con frecuencia se denomina "Misa Tridentina," en referencia al hecho de que fue codificada por San Pío V poco después del Concilio de Trento (1545-1563), de donde proviene el término "Tridentino."
Juan Pablo II autorizó la liturgia tridentina bajo algunas condiciones, entre ellas el acuerdo del obispo de la diócesis en cuestión, pero Benedicto XVI, que aprecia la liturgia antigua y critica los "abusos" de la moderna, quiere ir más lejos.
"La misa tridentina no es propiedad privada de los lefebvristas; es un tesoro de toda la Iglesia," declaró al mensual italiano 30 Giorni monseñor Ranjith Patabendige Don, secretario de la Congregación para el culto divino.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación Fuente: AFP y Agencias.
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