5 octubre 2006 Por José Aurelio Paz
CEBALLO, Cuba – La celebración en el santoral episcopal del Día de San Miguel y todos los ángeles, el 29 de septiembre, sirvió para festejar el centenario de una iglesia rural, que lleva ese nombre, en el poblado de Ceballo, provincia de Ciego de Ávila al centro de Cuba.
Con la presencia del Obispo de la Iglesia Episcopal de Cuba, el reverendísimo Miguel Tamayo Zaldívar, tuvo lugar la celebración en la cual su pastor, el reverendo José Ángel Gutiérrez Ferro, manifestó que "Somos una pequeña comunidad de fe que se persevera en servir a Cristo y se inspira en el ejemplo de todos aquellos fieles cristianos que nos antecedieron." Y pidió a Dios el fortalecimiento necesario en la fe y en el ministerio.
Al evento asistió parte del clero episcopal, el obispo de la Iglesia Católico-Romana en Ciego de Ávila monseñor Mario Mestril Vega, pastores evangélicos locales y funcionarios del Partido Comunista y del Registro de Asociaciones que tienen incidencia propia en el tema religioso y las relaciones con el Estado.
La ocasión fue propicia también para el ordenamiento como diácono de Armando Delgado Orozco y usó la palabra, en la predica al ordenando, el reverendo episcopal Iván González Taissé, quien se refirió al tema de la vocación diaconal como principio cristiano insoslayable de servicio.
La localidad rural toma nombre del apellido del acaudalado cubano José Manuel Ceballo quien, junto al norteamericano George H. Guillet y al español Manuel Silveira, fomentó en la región, a fines de 1905, diversas empresas y, sobre todo, el cultivo del cítrico de la naranja. Se cuenta que por aquella época habían llegado a esa región centenares de antillanos de habla inglesa que emigraron a Cuba en busca de mejoras económicas. Muchos de ellos, practicantes de la fe anglicana, iniciaron un trabajo misionero que, con altibajos, se ha mantenido a través de una centuria.
Según se relata en una reseña histórica preparada para la ocasión, si bien la obra misionera comenzó en el 1906, en junio de 1928 fue inaugurado su primer templo, ubicado en la parte más humilde del poblado. Esa congregación llegó a tener una gran membresía que tuvo su primer declive a raíz de la crisis económica de la industria azucarera cubana del año 1920, la cual propició el retorno de muchos caribeños a su país de origen.
En agosto de 1950 el Rev. Maximiliano Salvador Fonseca, nuevo pastor de la comunidad, consideró trasladar el templo hacia otra zona de Ceballo, lugar donde se encuentra el actual, en aras de facilitar una concurrencia mayor de fieles. Para ello se respetó, de manera general, el estilo arquitectónico del anterior, inaugurándose el nuevo local el 29 de junio de 1952, con un oficio de apertura.
Al triunfo de Fidel Castro en 1959, y debido a las contradicciones del momento entre parte de la jerarquía eclesial cubana y el nuevo estado revolucionario, la membresía del lugar transitó por varios status de participación en esa congregación, labor que fue rescatándose paulatinamente aunque su añejo templo, hecho de madera, se encontraba en total estado ruinoso al paso del tiempo.
El 29 de junio del 2000, cuarenta y ocho años después de la apertura del último local, comenzaron a ser levantadas las paredes del edificio actual, construido de concreto, obra finalizada en febrero de 2003 y que fuera consagrada, por el propio obispo Tamayo, el 21 de agosto del 2004.
Si bien la Iglesia Episcopal Cubana también sufrió el éxodo masivo de muchos de sus clérigos hacia los Estados Unidos a inicios de la Revolución, hoy, como parte de las llamadas iglesias históricas, desarrolla su ministerio en compromiso abierto con el pueblo de Cuba y en fidelidad a esas raíces que sustentan una identidad propia.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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