26 septiembre
GINEBRA, Suiza – La ley de extranjería aprobada en referéndum el domingo pasado por el electorado suizo, impone normas más severas para la entrada y estancia de los ciudadanos extraeuropeos en Suiza. La voz de las Iglesias y de Organizaciones de Derechos Humanos ya se hicieron oír.
El llamado de las Iglesias de Ginebra sobre el referéndum, dado a conocer el 15 de junio de este año, ponía en el debate su posición contraria a estas leyes. En uno de sus párrafos declaran, " Fui un extranjero y ustedes me acogieron " dice Jesucristo (Mt 25,35). Por cierto, el Evangelio es exigente. No es tan fácil acoger al otro, al diferente, al que se comporta como no nos conviene. Su presencia pone " un desafío doble, tanto en Suiza como en cada uno de nosotros... Un desafío tanto más grande como heredamos de toda una historia de relaciones desiguales entre Occidente y el resto del mundo. Sin embargo, la desestimación y la exclusión pueden llevar sólo frutos amargos. Y el que no respeta el otro mismo no se respeta. Por otra parte, olvidamos demasiado a menudo que de demandantes de asilo y trabajadores migrantes no surgen solo problemas, sino también cambios fecundos."
Con la firma de las ginebrinas Iglesia Protestante, Iglesia Católica Romana e Iglesia Católica Cristiana, el documento finaliza diciendo "Es por eso que las Iglesias de Ginebra, apoyándose en la tradición de nuestra ciudad, recomiendan la desestimación de estas dos leyes. Si contrariamente a su costumbre, intervienen tan firmemente en un debate político, es porque estiman encontrarse frente a una elección crucial de la sociedad. Están persuadidas que, a pesar de los obstáculos, el camino de coraje y de humanidad que traza el Evangelio es un camino de alegría y de vida." El resultado del domingo demuestra que primó en la sociedad la línea más dura del electorado nacional.
En las nuevas leyes, priman las exigencias del sector económico helvético. La revisión de la ley de asilo tiene como objetivo limitar los abusos y la llegada al país de "falsos refugiados." El texto contempla un control más riguroso de los documentos de identidad y la supresión de la ayuda social a los solicitantes de asilo cuyas peticiones hayan sido denegadas.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) lamentó la adopción en Suiza de una ley más restrictiva en materia de asilo. El organismo manifestó su preocupación por la obligatoriedad de que los solicitantes de asilo presenten pasaportes válidos. "Estamos decepcionados ya que las peticiones de asilo están en su nivel más bajo en Suiza desde hace 20 años," señaló el portavoz del ACNUR, Wiliam Spindler. "Suiza adoptó una de las legislaciones más restrictivas en Europa y otros países podrían seguir el ejemplo," acotó.
Amnistía Internacional anunció, por su parte, que seguiría de cerca la correcta aplicación de las leyes. La organización de los derechos humanos dijo que velará particularmente por que sean mantenidas las promesas de los partidarios del ‘SI,' con respecto a los solicitantes de asilo que ya no tengan pasaportes válidos. Consideró éste, como un "domingo negro para el derecho del asilo en Suiza."
La libre circulación de personas se estableció en 2002 entre Suiza y los países de la Unión Europea (UE) y la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC). Desde entonces se han establecido restricciones para las personas que provengan de países que no pertenezcan a ninguna de esas dos organizaciones. De acuerdo con la propuesta de ley sólo se permitiría el acceso al mercado laboral de Suiza a las personas altamente calificadas y a la fuerza laboral especializada.
Esta es la novena ocasión, desde 1984, en que la ley de asilo de Suiza es enmendada. Cinco de las propuestas tendientes a endurecer las regulaciones fueron aprobadas en votaciones nacionales. Conforme a un tratado bilateral con Bruselas, los ciudadanos de la Unión Europea no están sujetos a restricciones en materia de inmigración. Pero hay una comunidad importante de personas originarias de los países balcánicos y de Turquía que vive en Suiza. Según datos del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE), la cantidad de personas nacidas en América Latina y el Caribe que residen en el país helvético superan los 48 mil, a estos hay que sumar a los hijos e hijas de latinoamericanos que ya han nacido en territorio suizo en las últimas décadas.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación Fuentes: Swissinfo y Agencias
|