11 agosto 2006 Por Micael Vier B.
SÃO LEOPOLDO, Brasil – Aunque no mantuvieron vínculo institucional con los jesuitas, orden religiosa conocida por su trabajo misionero y educacional, las "beatas de la compañía" desempeñaron un papel decisivo, en los siglos XVII y XVIII, en la atención espiritual a mujeres en varias ciudades del Cono Sur.
Hay registros de la presencia de las beatas en ciudades como Córdoba, Santiago del Estero, La Rioja, Santa Fe y Buenos Aires, en Argentina; y Asunción, en Paraguay.
Ellas no vivían enclaustradas, pero hacían votos de castidad y de pobreza, refirió la profesora de Historia, Beatriz Franzen, que habló ayer sobre "Las beatas de la Compañía de Jesús," en el Encuentro de Ética promovido por la Universidad del Valle del Río dos Sinos (UNISINOS), de São Leopoldo.
Además de dedicarse a las oraciones, las beatas mantenían, en sus propias residencias, espacios para la educación de niñas, cuidaban a los enfermos y atendían a los huérfanos. "La mayoría de ellas cosía y tejía para atender sus necesidades y de la casa que mantenían," subrayó Franzen.
Españolas o nacidas en la colonia, las "beatas de la Compañía" se involucraban en actividades religiosas en la Provincia Jesuítica de Paraguay. Los sacerdotes las consideraban una presencia importante para la concretización del trabajo misionero.
Las "beatas" participaban en el entierro de los pobres y enseñaban a las mujeres los ejercicios espirituales promovidos por los jesuitas. Cartas escritas por cronistas de la Compañía de Jesús, y que constituyeron fuente documental para la investigación de Franzen, revelan que las beatas eran, en su mayoria, mujeres mayores.
Mientras tanto, destaca la historiadora, muchas beatas, viudas, realizaban sus trabajos junto con las hijas. No existe ninguna referencia sobre mujeres indígenas que hayan realizado tal tarea.
La existencia de esas mujeres fue comprobada a través de los Certificados de Beata archivados en las habitaciones del padre rector del Colegio de Buenos Aires, encontrados con ocasión del secuestro de los bienes jesuíticos en la época de la expulsión de los seguidores de San Ignacio de Loyola del imperio español en 1767. La Provincia Jesuítica de Paraguay abarcaba el sur de Brasil, el centro-oeste de Argentina y Paraguay.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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