9 agosto 2006
CURITIBA, Brasil – Episcopales anglicanos aprobaron una moción de apoyo y solidaridad a los clérigos y laicos que sufrieron persecución e insultos debido a su orientación sexual, y enviaron una carta a la Iglesia Metodista, expresando la esperanza de que ella retorne pronto a la fraternidad ecuménica.
Las mociones y la carta a la Iglesia Metodista fueron debatidas por el 30avo Sínodo General de la Iglesia Episcopal Anglicana de Brasil (IEAB), reunido en Curitiba, del 26 al 30 de julio, pero sólo fueron divulgadas ayer (martes 8).
Aprobada por la Cámara de Clérigos y Laicos, la moción sobre sexualidad humana expresa apoyo a los religiosos y laicos que, "a lo largo de la historia de la iglesia de Brasil han sufrido persecuciones e insultos por su orientación sexual, o por apoyar la inclusión de todas las personas, independiente de su orientación sexual, en la vida plena de la Iglesia."
El asunto de la sexualidad humana es controversial en la Comunión Anglicana internacional y ha provocado airados debates y amenazó, inclusive, escindir la comunidad anglicana mundial. El momento más crítico se registró cuando la Iglesia Episcopal de los Estados Unidos (ECUSA por su sigla en inglés) consagró, en noviembre de 2003, al reverendo Gene Robinson, un homosexual declarado, como obispo coadjutor del Estado de New Hampshire.
En la carta dirigida a la Iglesia Metodista de Brasil, los obispos, clérigos y laicos anglicanos reconocen y aplauden la trayectoria ecuménica de esa iglesia, pero dicen que es necesario respetar la autonomía de cada denominación. Por eso, aceptan la decisión del Concilio de Aracruz, que optó por el retiro de los metodistas de los organismos ecuménicos que tengan la presencia de la Iglesia Católica y de grupos no-cristianos.
"Sin embargo, ante nuestra histórica relación fraterna, y fieles a nuestra identidad, manifestamos la esperanza de que, en el futuro, podamos contar con el pueblo metodista para que retome con nosotros y otras iglesias del Señor, el testimonio ecuménico pleno," afirman.
En otra moción, el Concilio de la IEAB se solidariza con el obispo católico-romano de la diócesis de Altamira, Erwin Kräutlein, que, junto con agentes de pastorales y movimientos sociales, viene sufriendo amenazas debido a la defensa del derecho de los pobres del campo y de la ciudad, de las poblaciones ribereñas, de los trabajadores sin tierra y de los indígenas de la región.
"Tenemos certeza de que el Espíritu Santo, fuente plena de Sabiduría y Consolación, lo protegerá e inspirará para que el Evangelio continúe siendo anunciado a los pobres, y los criterios de justicia y de paz prevalezcan en las relaciones sociales y económicas en beneficio de los humildes," desean los episcopales anglicanos.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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