30 abril 2006 Por Susana Barrera/Tzeitel Allen
MANAGUA, Nicaragua – La Iglesia Anglicana de la Región Central de América (IARCA) rechazó el sábado cualquier legislación que afecte a organizaciones humanitarias y provoque actos de sufrimiento a los millones inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.
Esta resolución fue dada a conocer en el III Sínodo Provincial de la IARCA, que se inició el 25 y concluyó hoy domingo y donde fue clara las posiciones de los episcopales de América Central ante la ley anti-inmigrante de HR4437 o ley Sensenbrenner que fue aprobada por la Cámara de Representantes Federal en Estados Unidos, en diciembre pasado.
La ley anti-inmigrante ha desatado una serie de protestas en unas 40 ciudades de Estados Unidos y según la IARCA pretende criminalizar la estadía ilegal en Estados Unidos, sancionar a quienes ayuden a los indocumentados, acelerar las deportaciones, cancelar la lotería de visas y ordenar la construcción de un muro nuevo en la frontera con México.
Países como Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua tienen al menos una tercera parte de sus poblaciones viviendo en los Estados Unidos, y en la mayoría de casos se trata de personas que realizan tareas domésticas o en el área de servicios.
"Nuestro mandato es buscar y servir a Cristo en toda persona; eso nos llama a resistir la legislación que puede ser ilegal," dice la declaración conocida durante el III Sínodo de IARCA, en Managua, Nicaragua.
Agrega que la aprobación de la iniciativa impactará en la separación de la familia, física y emocionalmente, causará colapso económico y bajará la remesa familiar.
En días anteriores también la Iglesia Episcopal de Estados Unidos (ECUSA) pidió al Senado de los Estados Unidos que rechace " medidas migratorias punitivas y que van en contra del Evangelio."
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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