13 abril 2006

LIMA, Peru – La vida cristiana, como la vida de Jesús, es una donación, un acto de amor que es el fundamento de la ética de los creyentes, dijo el presidente del Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP), pastor Rafael Goto Silva, que instó a los fieles evangélicos y católicos a vivir el sentido pascual en esta Semana Santa.

"Sentido pascual que parte de la donación que Cristo hizo de su vida en la cruz para liberar al hombre de su destino de muerte y afirmar que el destino y sentido de la humanidad es la vida en plenitud," declaró Goto al boletín electrónico Contexto, del Instituto de Estudios de Comunicación (IEC).

Dijo que la pascua ilumina a los seguidores de Jesús sobre la forma de vivir su humanidad y cómo proclamar su fe, tras invitar a los creyentes a la reflexión y al compromiso en cada acto personal, social, comunitario y ciudadano.

"Esto tiene consecuencias prácticas para nosotros como cristianos, especialmente en nuestro país donde vivimos, trabajamos y concretamos compromisos para construir una comunidad de convivencia en una realidad que ha acumulado una historia de conflictos estructurales, múltiples violencias y que está amenazada por la desintegración," indicó.

El presidente del CONEP dijo que en estos días santos cabe preguntarse: ¿Qué significados estamos produciendo en nuestras familias, en nuestro barrio, en nuestras empresas, en nuestras organizaciones sociales y en nuestros partidos? ¿Están nuestros actos sustentados en la donación y el amor? ¿Son nuestras vidas mediaciones de humildad y reconciliación? . Afirmó que la Semana Santa nos pide considerar nuestros estilos de vida, las formas de influir en los demás, así como de aspirar y ejercer el poder. "Confronta nuestros egoísmos, nuestras ideas y prácticas sobre los demás, no viéndolos utilitariamente, sino como semejantes a nosotros mismos," indicó.

La Semana Santa también es un juicio de nuestro modo de ser cristianos y ser ciudadanos, juzga nuestro modo de construir la sociedad y la convivencia humana, enfatizó el pastor Goto.

Sostuvo que el amor cristiano tiene que implicar una eficacia ética y política; y mientras exista exclusión, ciudadanos y ciudadanas de segunda, "estamos negando el sentido de la pascua y nuestra fe." La infidelidad al Evangelio, advirtió, no se define en cuanto creemos o no creemos en él, sino en cómo lo vivimos.

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación