28 marzo 2006

BOGOTA, Colombia – Unos diez pastores de la ciudad portuaria de Buenaventura, en la costa central del Pacífico, fueron amenazados de muerte en los últimos días, según reveló la apóstol Wilma Rueda, coordinadora de una Red Apostólica de Iglesias en Colombia, que dijo que las intimidaciones arreciaron tras los asesinatos de dos pastores en esa localidad.

Wilma Rueda dijo a la Red IMPACT Sur América en un enlace telefónico, que en los últimos días, al término de un encuentro apostólico celebrado en esa ciudad "se han incrementado persistentes amenazas de muerte, que incluyen a las viudas de los pastores asesinados."

El pasado 15 de marzo el pastor Alfredo Orozco, de la Iglesia Cristiana Nuevos Comienzos, fue asesinado cuando salía de su casa. Dos semanas antes, el pastor Oscar Muñoz, de la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera, fue igualmente muerto a tiros por desconocidos.

"Es inaudito, porque no se explican las razones por las cuales se han decretado estas siniestras amenazas," sostuvo Rueda, tras agregar que los pastores no tocan el tema de la violencia en sus prédicas ni lanzan ataques contra los alzados en armas. "Estas son fuerzas oscuras de las tinieblas que se han ensañado contra los pastores de la ciudad," precisó.

Familias enteras de pastores han huido a distintas ciudades de Colombia, buscando escapar de la violencia, ante la gravedad de las amenazas y los hechos de sangre consumados en Buenaventura, una ciudad a tres horas de Cali y con una población de unos 300,000 habitantes, mayoritariamente afro descendientes.

El apóstol peruano Samuel Arboleda, presidente de la Red Apostólica IMPACT Sur América, quien visitó la zona en conflicto, pidió la creación perentoria de un gran frente de intercesión y solidaridad a favor de los pastores y familias de Buenaventura y otros puntos similares en Colombia.

"Hacemos un llamado a todos los grupos de intercesión a sumarse en cadenas ininterrumpidas de oración y ayuno," invocó, tras demandar a los organismos internacionales que velan por los derechos humanos en la región y a las autoridades del gobierno colombiano, a ejercer presión contra estos grupos violentistas "para que cesen sus acciones de lesa humanidad y para proteger a los pastores y sus familias amenazadas."

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación