23 marzo 2006
HARTFORD, Connecticut – "Me siento alegre pero triste al mismo tiempo," dijo el obispo Wilfrido Ramos-Orench, tras anunciar el martes su renuncia a la diócesis de Connecticut y aceptar la designación como obispo provisional de la diócesis central de la Iglesia Episcopal de Ecuador.
"He estado tan integrado en la vida y el ministerio de la diócesis de Connecticut y por eso extrañaré mucho, pero estoy preparado para asumir los desafíos de la diócesis Ecuador-Central," manifestó Ramos al aceptar la designación efectuada por el obispo primado de la Iglesia Episcopal de Estados Unidos (ECUSA por sus siglas en inglés), Frank Griswold.
"Es un ministerio de re-edificación y sanación y para restaurar la vida y el ministerio de esa diócesis. Siento que ese es mi llamado en esta etapa de mi vida," declaró Ramos al Servicio Episcopal de Noticias. El nuevo obispo de la diócesis asumirá su cargo el 1 de junio próximo.
La diócesis Ecuador-Central, miembro de la ECUSA, enfrentó una seria crisis en los últimos años a raíz de tensiones internas y la posterior destitución del obispo Neptalí Larrea decidida por la Cámara de Obispos, reunida en Camp Allen, Texas, en marzo de 2004.
Desde 1997 la Iglesia Episcopal de Estados Unidos había recibido quejas sobre irregularidades en el manejo financiero de la diócesis bajo la administración de Larrea. Acordó efectuar una auditoría, pero Larrea se negó a cooperar con los auditores y la Cámara de Obispos, con la aprobacióndel Comité Permanente de la diócesis Ecuador-Central y de los obispos de la IX Provincia, procedió a su destitución. Posteriormente el obispo Glauco Soares de Lima, de Brasil, fue designado temporalmente para conducir la diócesis.
Ramos Orench, 65 años, nacido en Puerto Rico, es graduado del antiguo Seminario Episcopal del Caribe y ha cursado estudios de posgrado en el Seminario General de Teología. También posee un doctorado en Ministerio del Seminario Teológico Bautista del Oriente y es obispo auxiliar de la diócesis de Connecticut desde octubre del año 2000.
Andrew Smith, obispo de la diócesis de Connecticut, dijo que "Wilfrido ha sido un compañero que ha colaborado cercanamente conmigo y con el obispo James Curry en la gerencia y liderazgo de la iglesia. Aprecio profundamente su trabajo y amistad y sé que llevará consigo extraordinarios talentos al desafiante trabajo del ministerio que asumirá en Ecuador."
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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