23 febrero 2006
Por Edelberto Behs

PORTO ALEGRE, Brasil – El secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), Samuel Kobia, garantizó que el organismo internacional está preparado para los cambios si están dirigidos a ampliar y consolidar el movimiento ecuménico.

"No seremos tímidos para hacer algo nuevo," aseguró Kobia, el jueves en una conferencia de prensa. Pero también los otros tienen que estar preparados para los cambios," dijo. Defendió la transformación real de todos los instrumentos ecuménicos hoy disponibles.

El Foro Global Cristiano, que reúne a católicos y pentecostales con las familias confesionales integradas en el CMI, es un pequeño paso en esa dirección. Precisamos ir más allá del Foro," subrayó. La reconfiguración ecuménica no se restringe a cambios estructurales sino también alcanza a los temas que el movimiento ecuménico deberá abordar en el siglo XXI.

Kobia informó que prosiguen las conversaciones con el Vaticano buscando el ingreso de la Iglesia Católica en el CMI. Varias iglesias pentecostales también están dispuestas a evaluar su participación en el movimiento ecuménico. Los católicos "casi son miembros, pues participan bastante," agregó. La Iglesia Católica forma parte oficialmente de la Comisión de Fe y Constitución del CMI y en esta Asamblea participó, en calidad de observadora, una comitiva integrada por 18 personas designadas por El Vaticano.

Según el secretario general, la IX Asamblea mostró la vitalidad del movimiento ecuménico, el compromiso de las iglesias con la unidad visible y la superación de la violencia, así como la importancia del CMI como organismo privilegiado en el diálogo entre cristianos y en el diálogo inter-religioso.

Por primera vez, mencionó, los jóvenes asesoraron al Comité Central del CMI, lo que impactó a la Asamblea. La experiencia fue tan positiva que será constituido un órgano permanente en el Consejo para dar continuidad a esa asesoría.

Presente en la conferencia de prensa, el presidente de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en Brasil, Walter Altmann, dijo que las iglesias brasileñas involucradas en la organización del evento en Porto Alegre recibieron impulsos de este encuentro y revitalizaron su compromiso ecuménico.

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación