9febrero 2006
Por Trinidad Vásquez

MANAGUA, Nicaragua – Pastores evangélicos llamaron al gobierno y a los propietarios de las empresas de buses, a llegar a un arreglo que ponga fin al paro del transporte que afecta a unos 800 mil nicaragüenses, al cumplirse 4 días sin que se vislumbre una solución.

Los transportistas alegan que si el gobierno no les da el subsidio que están solicitando, aumentarán el pasaje en 20 centavos de dólar, mientras que los pobladores rechazan el incremento indicando que sus sueldos permanecen congelados.

La directora del Consejo de Iglesias Evangélicas Pro Alianza Denominacional (CEPAD), Damaris Albuquerque, dijo que el gobierno no debe seguir subsidiando a empresarios privados como los dueños de buses, y llamó a los usuarios a protestar cívicamente.

Roberto Baltodano, líder bautista, recordó que los transportistas obtuvieron subsidios del gobierno en años anteriores, para lo que se comprometieron a mejorar sus unidades "pero no cumplieron y ahora vuelven a pedir más subsidios."

El líder del Consejo de Pastores de Managua, Guillermo Ayala, llamó a evangélicos y católicos a preguntarse por qué en pleno año electoral se producen huelgas de transportistas, médicos y trabajadores judiciales. "Esta crisis podría ser una cortina de humo y una estrategia política que puede afectar a los diferentes sectores que van a las elecciones nacionales el 5 de noviembre," dijo.

El presidente de la Universidad Evangélica Nicaragüense, William González, pidió al gobierno y a los líderes de la huelga que busquen una rápida solución.

El subsidio solicitado por los propietarios de las empresas de buses se estima en un millón 218 mil dólares. El ministro de Gobernación dijo que el paro es político y acusó a Daniel Ortega, secretario general del Frente Sandinista de dirigirlo.

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación