3 febrero 2006
Por Trinidad Vásquez

MANAGUA, Nicaragua – Otorgar mayor atención a los jóvenes que desertan de las pandillas y quedan expuestos al acoso policial y de los jefes de las bandas juveniles, acordó un grupo de pastores evangélicos al cabo de la reunión que sostuvo con la Policía y con jóvenes rescatados de la violencia.

El pastor bautista Marcelino Basset aseguró que las iglesias evangélicas tienen los recursos necesarios para apoyar a los jóvenes. Dijo que sólo en Managua cuenta con más de 10 emisoras evangélicas para educar y contrarrestar la violencia.

"Tenemos espacio en las iglesias para albergarlos, también en los colegios cristianos," afirmó.

Elton Centeno, un oficial de policía del distrito 6, al norte de la capital, dijo que en el año 2003 existían en ese distrito 25 pandillas y hoy, gracias al trabajo conjunto con la iglesia, sólo hay 4.

Los pastores Ramón López, tesorero de la Asociación de Pastores de Nicaragua, Marcelino Bassett y Blanca Cortés, de la Facultad Evangélica de Estudios Teológicos y Eduardo Izaguirre, del Centro Intereclesial de Estudios Teológicos y Sociales (CIEETS), coincidieron en que la televisión y la radio "amarillista" promueven la violencia juvenil.

"Cuando son capturados en los barrios y estos hechos son transmitidos en vivo por la televisión, lo que se consigue es propagandizar la violencia," dijo el pastor Arnulfo Vado, de la Iglesia Menonita, y agregó que muchos jóvenes que dejan las pandillas "temen la represión de la policía y de los mismos jefes pandilleros."

Estos jóvenes son producto de la desintegración familiar, indicó el consultor Néstor González, que identificó entre los miembros de las pandillas a muchos jóvenes cuyos padres emigraron en busca de trabajo a Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Estados Unidos.

Miguel España, un estudiante de Teología que participó en la reunión, dijo que hace falta que los pastores ofrezcan atención y albergue en nombre de Cristo a todos los jóvenes que buscan el amparo en las iglesias al desertar de las pandillas.

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación