31 enero 2006
BUENOS AIRES, Argentina – Alrededor de la deuda externa se han cometido y se continúan cometiendo muchos crímenes: fraudes, corrupción, usura, depredación ambiental, sometimiento a la esclavitud, infanticidio y muerte, sostuvo el pastor luterano argentino Ángel F. Furlan, que advirtió que estos crímenes "no pueden quedar impunes."
Dijo que una investigación seria de la deuda permite concluir que los verdaderos acreedores "somos nosotros, los pueblos, y que los culpables del genocidio de la deuda, deben pagar en lugar de reclamar."
La deuda es responsable por un continuado y cada día nuevo genocidio que sigue cobrando vidas humanas y en número aún mayor que los mismos crímenes aberrantes de la dictadura militar, dijo, tras calificarla como "la herramienta fundamental de un modelo de dominación."
Furlan, responsable del Programa de Incidencia sobre Deuda Externa Ilegítima de la Federación Luterana Mundial, participó la semana pasada en el Foro Social Mundial celebrado en Caracas. A su juicio, los responsables de esos crímenes deben ser declarados culpables. "No basta con que renuncien a sus pretensiones de cobrar una deuda ilegítima, deben reparar e indemnizar por el daño que han hecho," afirmó.
Aseguró que no se puede construir una sociedad más justa sobre la base de la impunidad, sobre la base del indulto al poderoso. "La deuda debe ser auditada, investigada, juzgada y junto a ella todos los que participaron en su mecanismo perverso," enfatizó.
El pastor Furlan con un grupo de ciudadanos, encabezado por el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, han presentado un recurso de amparo contra el pago al Fondo Monetario Internacional (FMI) efectuado por el gobierno argentino. "Ese pago apunta a una consagración de la impunidad y no podemos aceptarlo," destacó.
Lamentó que el presidente boliviano Evo Morales se haya limitado a pedir la condonación de la deuda, sin interpretar el clamor de su pueblo y de los pueblos de América del Sur ," que no es una demanda por la condonación sino por la justicia, por un "nunca mas."
"Si las iglesias queremos ser fieles al Evangelio de Jesucristo debemos amar la verdad que trae justicia (...) los cristianos debemos insistir en el hecho de que nada bueno puede edificarse sobre la ilegitimidad, la injusticia, la usura, la corrupción y la impunidad," concluyó el líder luterano.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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