20 enero 2006
MÉXICO – Un documento suscrito por las iglesias ante el Instituto Federal Electoral estableció importantes precisiones sobre el controvertido tema iglesias y procesos electorales. "No dice nada nuevo, afirmó el obispo anglicano Carlos Touché, uno de sus impulsores, pero pone por escrito lo que se supone debe ser la actitud de las iglesias ante las elecciones."
En entrevista con ALC, Touché, obispo primado de la Iglesia Anglicana de México y vicepresidente del Consejo Interreligioso de México (CIM), sostuvo que el llamado "Decálogo por la Transparencia y la Legitimidad" de la contienda electoral del 2006, fue muy bien recibido, el martes 10 de enero, por las autoridades electorales y el presidente Vicente Fox.
En opinión del obispo anglicano, los tres puntos claves del decálogo refieren a la no asociación de los ministros de culto con fines políticos, la promoción del voto informado razonado, así como el compromiso de los religiosos de no alentar la abstención para las elecciones de julio próximo.
"De hecho, estamos prohibidos por ley a asociarnos por razones políticas, tanto por lo que dice la Constitución como por la Ley de Asociaciones Religiosas," puntualizó. En cuanto a la promoción del voto, dijo, es un compromiso que excluye el apoyo a cualquier partido político.
En México el voto no es obligatorio. Hasta 1992, cuando se modificaron los artículos constitucionales al respecto (especialmente el 130), las leyes no reconocían a las iglesias ni daban derechos políticos a los ministros de culto, sea cual fuera su confesión. "No teníamos derecho a votar; eso cambió, y explica nuestra decisión de difundir este "Decálogo," agregó.
Según el líder anglicano, el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México también suscribió el "Decálogo" y está comprometido a promoverlo entre los fieles. Esto es importante, porque la Iglesia Católica, mayoritaria en el país, tiene directa o indirectamente una gran influencia en el proceso electoral," precisó.
"La influencia se ejerce sobre todo tratando de orientar a sus feligreses si deben votar o no por partidos que promueven la cultura de la vida o la cultura de la cultura de la muerte. Por esto último se considera el control de natalidad, el aborto, la eutanasia, la clonación, etc." expresó el obispo.
En opinión del religioso, la influencia de la Iglesia Católica en la política viene desde el periodo colonial de la historia de México hasta el siglo XIX, cuando hubo un dominio total de la vida nacional por parte de la iglesia mayoritaria. Sin embargo a partir de la Constitución de 1857, y de las Leyes de Reforma (1859) se dispuso un trato igualitario a todas las iglesias, incluso a los no creyentes. No obstante esto, durante muchos años se vivió una situación de simulación por parte de la Iglesia Católica y el Estado mexicano.
México es uno de los pocas países donde las leyes prohíben que las autoridades oficiales, empezando por el presidente, practiquen en público su religión o hagan ostensible su militancia religiosa.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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