20 enero 2006
SANTO DOMINGO, Republica Dominicana – Una invocación al pueblo a superar las barreras de la intolerancia y la discriminación frente a los haitianos que viven en el país y a los demás extranjeros que vienen de visita en calidad de turistas, hizo este viernes la Conferencia Episcopal.
El pedido invocación está contenido en la Carta Pastoral emitida por los 20 obispos dominicanos con motivo de la fiesta de la Virgen de La Altagracia, patrona del Pueblo Dominicano, que se celebra este sábado 21 de enero.
Convivir, dice la carta pastoral, exige el aprendizaje comunitario, para ver ante todo lo que hay de positivo en el otro, con el fin de acogerlo y valorarlo como don de Dios; lo que exige superar las barreras de la intolerancia y la discriminación.
Los obispos consideran indispensable "la aplicación de soluciones legales claras ante la creciente inmigración haitiana indocumentada," pero aseguran que la Iglesia ha de dar su aporte a esa realidad ineludible, manteniéndose como casa y escuela de comunión.
El mensaje titulado "Discípulos del Señor en comunión y misión" identifica la "desorganización y desarticulación del pueblo" como el problema fundamental de la sociedad dominicana y hace un llamado a la población para que busque el bien común y rechace la corrupción.
Los religiosos piden que el país procure "la ética en la práctica política." En un país, como República Dominicana, donde la migración interna, el turismo o la migración haitiana, marca su vida económica, social y política, la necesidad de aprender a convivir se torna imperiosa," plantearon.
Cuestionan asimismo el "fuerte divorcio" existente entre la profesión de fe cristiana que hacen muchos dirigentes políticos y líderes de diversas áreas, y la puesta en práctica de los valores evangélicos en los campos en que se desenvuelven.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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