13 enero 2006
JERUSALEN, Israel – El gobierno israelí declinó recibir fondos del evangelista estadounidense Pat Robertson que iba a financiar el Centro de la Cultura Cristiana de Galilea. "Reconsideramos el acuerdo y nos dimos cuenta que no podremos firmar con Robertson ni con nadie que apoye su punto de vista," dijo Ido Hartuv, vocero del ministro de Turismo, Abraham Hirschson, a The Jerusalem Post.
"El ministro tiene una decidida posición frente a esto y no puede aceptar lo que ha sido dicho," dijo Hartuv. El predicador Robertson insinuó hace unos días en su programa Club 700 que transmite la Cadena Cristiana de Comunicaciones desde Virginia, Estados Unidos, que el derrame cerebral sufrido por el primer ministro Ariel Sharón, fue un castigo de Dios por la retirada de Israel de la Franja de Gaza.
Hartuv enfatizó que la negativa a suscribir el acuerdo con el telepredicador es una reacción contra Robertson y sus comentarios, más que a la comunidad evangélica en su conjunto, que se había convertido en uno de los objetivos para el turismo israelí en el 2006, pues se espera que el centro cultural reciba unos 750 mil visitantes cada año.
Las palabras de Robertson:"Dios considera que la tierra es suya. A cualquier primer ministro de Israel que decida dividirla y entregarla él le dice "No, ésta es mía," le habrían hecho perder la simpatía del ministerio israelí.
Robertson conduce un grupo de cristianos evangélicos que habían acordado recaudar más de 50 millones de dólares para construir un Centro Cultural en un lote de tierra en las costas del Mar de Galilea.
Hirchson, un estrecho colaborador de Sharon, tenía programado firmar con Robertson un acuerdo por el que el gobierno se comprometía a proporcionar la tierra y la infraestructura para el proyecto y los evangélicos estadounidenses aportarían la financiación.
El vocero indicó que el proyecto sigue adelante como fue planeado, pero ahora buscaran otras alternativas de financiación.
"Mucha gente está entusiasmada con este proyecto," dijo Uri Dagui, jefe voluntario de la comisión que supervisa el proyecto. "Comenzamos el proyecto antes que Robertson subiera a bordo, y continuaremos sin él," afirmó, sin descartar la posibilidad de trabajar con Robertson en caso que se disculpe.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
|