16 diciembre 2005
LIMA, Peru – Un millón 200 mil peruanos mayores de 60 años, carecen de algún tipo de pensión de jubilación o cualquier otro soporte económico, mientras para el año 2025 se proyecta que se duplicará el numero de adultos mayores, en abierto contraste con la reducción de la seguridad social a causa de las restricciones a su acceso, en rigor desde hace 15 años.
Para abordar esta alarmante realidad, cerca de un centenar de líderes de diferentes iglesias evangélicas e instituciones de la sociedad civil y gobierno asistieron el miércoles al Seminario Nacional "Hacia una Pastoral del Adulto Mayor," organizado por Misión Urbana y Rural – Perú (MUR-Perú) y el Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP).
Un informe para la Mesa de Trabajo de ONGs y Afines del Proyecto Regional auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estableció que un 7.6 por ciento de la población del país tiene mas de 60 años, de los cuales sólo un 40 por ciento (800 mil) cuentan con una pensión de jubilación.
Las cifras "expresan el alto nivel de vulnerabilidad por el que atraviesa esta población," dijo Oscar Bravo, coordinador de MUR Lima que participó en el estudio. Según proyecciones de la Oficina Panamericana de Salud y la Organización Mundial de Salud ( OPS/OMS), para el año 2025 el número de personas mayores de 60 años, superará el 12 por ciento de la población total del país.
Si ya es penosa la situación de los adultos mayores actuales, es aún más incierta para los que llegarán a esa etapa de la vida dentro de 20 años, debido a las dificultades de acceso a la seguridad social por la creciente informalidad laboral y la aplicación extensiva de mecanismos de flexibilización laboral desde 1990.
La cita, que se realizó en el Congreso de la República, contó con el auspicio de Misión Urbana y Rural – América Latina (MUR – AL), la Dirección de Participación Ciudadana del Congreso y la Mesa de Trabajo de ONGs y Afines sobre Personas Adultas Mayores.
El evento se inició con una plegaria elevada por Víctor Arroyo, director ejecutivo del CONEP, a la que siguió la ponencia de Eva Flores, moderadora de MUR América Latina, sobre el tema " El ejercicio de la ciudadanía como una práctica de fe," acerca del ejercicio ciudadano vinculado al compromiso espiritual de servir, en particular a las personas mayores,
El presidente del CONEP, pastor Rafael Goto, cuestionó la exclusión, el maltrato y abandono a los que se somete a las personas mayores, como consecuencia del actual excesivo culto a la juventud y la "productividad."
La experiencia de vida de las personas mayores las hace contribuyentes naturales de la transmisión de cultura y valores, dijo Goto, tras exhortar a la iglesia a superar los estereotipos existentes sobre la vejez y reconocerla como una etapa más de la vida que encierra una serie de oportunidades y posibilidades.
Blanca Ramírez, de la Central de Asociaciones de la Tercera Edad del Callao (CEPRATEC), señaló que las personas mayores quieren respeto a su libertad de decidir y pidió acciones concretas en beneficio de las personas mayores, especialmente las más pobres.
Por su parte, Lucila Yujra, de MUR – Juliaca, dijo que las personas de las zonas alejadas de las ciudades también tienen derechos. "Voy de puerta en puerta, visito a las hermanas y les explico y converso con ellas. Tenemos derecho les digo. La municipalidad, el Estado, deben darnos atención, servicios."
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
|