20 octubre 2005

PORTO ALEGRE, Brasil – El obispo primado de la Iglesia Episcopal Anglicana de Brasil (IEAB), Orlando Santos de Oliveira, y la Cámara de Obispos lamentan y rechazan la ingerencia de la Provicia del Cono Sur de América, "sembrando confusión y dolor," en cuestiones internas de la Provincia brasileña.

El primado del Cono Sur de América, Gregorio J. Venables, reconociço recientemente las ordenaciones y ministerios de los 32 clérigos excluidos en agosto último de la Diócese Anglicana de Recife (DAR) y del obispo diocesano Robinson Cavalcanti, depuesto del ejercicio del ministerio por el primado de la iglesia brasileña y el Colegio de Obispos en junio pasado.

En carta remitida "al obispo y al clero de Recife" – precisamente los que la IEAB excluyó de su cuadro de ministros, Venables emitió una declaración de apoyo y reconocimiento de aquellas ordenaciones, acogiéndolos para supervisión hasta que la Comunión Anglicana solucione adecuadamente la crisis instalada en la iglesia brasileña.

Esa ingerencia es una "total y agresiva actitud de falta de respeto a nuestra autonomía como Provincia," escribió Orlando Santos de Oliveira en carta dirigida a su colega de la Provincia Anglicana del Cono Sur, con sede en Buenos Aires. Las cuestiones referentes al Brasil son disciplinarias, debidamente amparadas por los Cánones Generales de la iglesia, afirmó.

En la carta, Santos de Oliveira recordó los contactos que mantuvo con Venables, a quien le entregó documentos sobre el caso y explicó la situación del obispo Cavalcanti y de los clérigos de Recife.

En 2003, Robinson Cavalcanti participó en un culto de confirmación de 110 jóvenes en el templo de la Iglesia Ortodoxa de Ohio, celebrado por cinco obispos anglicanos eméritos sin el consentimiento del obispo diocesano local. La celebración fue solicitada por los jóvenes, que estaban en desacuerdo con la consagración del obispo Gene Robsinson, un homosexual declarado, por la Iglesia Episcopal de Estados Unidos. Cavalcanti participó en la celebración de Ohio sin el conocimiento del liderazgo de la IEAB.

El obispo Santos de Oliveira no está de acuerdo con la descripción de la crisis en la iglesia brasileña como "una guerra santa entre evangélicos y liberales." "La acusación de persecución a ‘evangélicos y ortodoxos (?)'es una versión que fue construida y alimentada por el obispo depuesto, con apoyo de algunas instancias dentro y paralelas a la Comunión Anglicana," afirmó el obispo primado.

"Lo que parte de la Comunión Anglicana no entiende, o intencionalmente no quiere entender, es que los hechos en Brasil son materia de tratamiento disciplinario canónico, de alguien que desconoció las leyes eclesiásticas," dijo Santos de Oliveira.

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación