27 septiembre 2005
ROMA, Italia – El teólogo católico disidente Hans Kueng dijo que su reunión con el papa Benedicto XVI en la residencia de Castegandolfo es un signo esperanzador.
"Espero que mi reunión con el Papa sea un signo de que los grandes problemas que enfrentan la Iglesia y sus fieles sean discutidos abiertamente," afirmó Kueng, después que el diario italiano La Repubblica informó sobre la reunión que ambos líderes sostuvieron el sábado último.
En 1979 El Vaticano suspendió a Kueng su licencia para enseñar teología católica por sus críticas a la infalibilidad papal y el nacimiento virginal de Jesús. Los esfuerzos de Kueng para reunirse con el antecesor de Benedicto, el papa Juan Pablo II, fueron infructuosos.
El teólogo suizo, conocido ahora por su labor en el diálogo inter-religioso a través de la Fundación por una Etica Global y el papa Benedicto XVI sostuvieron un encuentro en una "atmósfera amistosa," dijo el lunes el portavoz de Vaticano Joaquín Navarro Valls.
Ambos líderes concordaron que no tenía sentido entrar a discutir las cuestiones doctrinales persistentes entre Hans Kueng y el magisterio de la Iglesia Católica. Benedicto alabó los esfuerzos de Kueng por "contribuir a un reconocimiento renovado de los valores esenciales de la humanidad por el diálogo entre religiones" y Kueng aplaudió los esfuerzos de Benedicto para fomentar el diálogo inter-religioso.
Benedicto, que era entonces Joseph Ratzinger, fue colega de Kueng cuando ambos enseñaban Teología en la Universidad de Tuebingen en Alemania.
Posteriormente Ratzinger llegó a ser en 1981 el guardián de la ortodoxia del Vaticano como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y simbolizó todo el centralismo en la Iglesia criticado por el teólogo suizo.
La reunión del Papa y Kueng fue precedida por otra celebrada en agosto entre Benedicto XVI y el obispo Bernard Fellay, líder del movimiento católico tradicionalista establecido por el arzobispo francés Marcel Lefebvre, quien se opuso a las reformas del Concilio Vaticano II y fue excomulgado en 1976 por el papa Juan Pablo II.
Los medios italianos han reaccionado positivamente al diálogo del Papa con los adversarios doctrinales de El Vaticano. La agencia católica de noticias Zenit describió la reunión entre el Papa y Kueng como "un gesto de reconciliación." El diario Corriere della Sera escribió: "Las reuniones del Papa con Bernard Fellay y Hans Kueng no han resuelto ningún problema pero han roto el hielo con el que Juan Pablo II había congelado durante un cuarto de siglo los contactos con sectores disidentes del catolicismo.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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