Published by the Queens Federation of Churches
Katrina: Los Episcopales Responden; Mensaje Del Obispo Primado

31 agosto 2005
Traducido por el Rev. Thomas Mansella Miércoles,

Estimados hermanos y hermanas en Cristo:

Estoy enviando este mensaje por correo electrónico a todos nuestros obispos, el clero y las congregaciones de manera que, dentro de lo posible, pueda ser dado a conocer para que durante este tiempo lleguemos a ser una comunidad unida en la oración y el servicio.

Durante estos últimos días he estado en contacto con los obispos de de las diócesis afectadas por el huracán Katrina: Alabama, el Golfo Central, Luisiana y Misisipí. Como pueden imaginarse, ellos se encuentran ofreciendo un ministerio a sus comunidades de la mejor forma que les es posible bajo las extraordinariamente difíciles circunstancias. Las comunicaciones son difíciles y, en algunos casos, imposibles. Momento a momento los estragos casi inconcebibles del huracán comienzan a conocerse más, seguimos escuchando sobre mayores pérdidas de vidas, hogares, iglesia y otros puntos de referencia que son familiares, incluyendo la destrucción completa de ciertas comunidades.

Este es el momento de tener presente que la necesidad de sobrellevar las cargas de los unos sobre los otros y compartir en el sufrimiento de los demás es una parte integral de ser miembros del Cuerpo de Cristo. Pido a cada uno de los miembros de nuestra iglesia que oren y apoyen en forma concreta a nuestros hermanos y hermanas quienes ahora están pasando por estas abrumadoras jornadas desoladoras y comienzan a enfrentar los difíciles desafíos del futuro.

El Fondo Episcopal de Beneficencia y Desarrollo (ERD) ha estado en contacto con todas las diócesis del área que han sido afectadas por el huracán y continuará trabajando con ellos aún mucho después que las cámaras de televisión se hayan ido. Ya se han enviado fondos a las diócesis de Misisipí, Luisiana y del Golfo Central. Quiero pedirles que donen dinero para la obra del ERD para que, de esta manera, nuestros hermanos y hermanas en Cristo puedan tener los recursos necesarios para la monumental obra de restauración y reconstrucción. A continuación les indico cómo hacer donaciones al ERD, indicando que son hechas para las víctimas del huracán: por medio del sitio Web del ERD, http://www.er-d.org/ durante las 24 horas del día; llamando al ERD al 800-334-7626, extensión 5129, de lunes a viernes, de 9 a.m. a 5 p.m., hora del Este y, por correo, enviando un cheque a nombre de Episcopal Relief and Development, Box 12043, Newark, New Jersey 07101-5043.

El Revmo. George Packard, Obispo Sufragánea para Capellanías, se mantiene en contacto con los obispos del área del Golfo. El Obispo Packard está organizando una red de capellanes (de policía, bomberos, defensa civil y militares) para mantener informados a los obispos sobre los que está sucediendo en áreas de sus diócesis a las cuales no han podido tener acceso. La próxima etapa de la tarea será la capacitación del clero y de otras personas para tratar con los efectos traumáticos de las situaciones que han pasado.

Richard Parkins, director de Ministerios de Episcopales de Migración (EMM) está investigando las posibilidades de reubicar a las personas que transitoriamente carecen de hogar.

La vida nos ofrece pocas seguridades pero, a veces manifestándose en medio de profunda fragilidad y desolación, desde nuestro íntimo puede nacer una esperanza que contradice las circunstancias en las cuales podemos encontrarnos. Esta esperanza, que nace en medio de tantas zozobras, es un don innegable e inesperado. Esta es la forma en que Cristo nos acompaña y comparte nuestras cargas. Que durante estos tristes y trágicos días, Cristo pueda estar junto con quienes sufren a causa del huracán y que cada uno de nosotros pueda ser un ministro de esperanza para los demás.

Oremos:

Dios de misericordia y compasión, hazte presente en medio nuestro y únenos con tu Espíritu en una comunidad de amor y servicio para que, durante estos días en que enfrentamos los estragos causados por viento y marea, podamos sobrellevar juntos las cargas los unos de los otros. Te rogamos por Jesucristo, nuestro Señor y nuestra única fuente de esperanza. Amén.

Muy Reverendísimo Obispo Frank T. Griswold Obispo Presidente y Primado La Iglesia Episcopal de los Estados Unidos de América

– Traducido por el Rev. Thomas Mansella, Coordinador de Servicios de Traducción del Departamento de Comunicaciones.

Katrina: Los episcopales responden

31 agosto 2005
por Matthew Davies y Jan Nunley
traducido por Thomas Mansella

Los miembros de la Iglesia Episcopal se encuentran trabajando denodadamente para evaluar y responder a los estragos causados por Katrina, un huracán de Categoría 4 que el 29 de agosto arrasó la costa del Golfo, causando la muerte de por lo menos 120 personas y dejando a innumerables individuos y familias desplazadas y sin hogar.

En su mensaje del 31 de agosto dirigido a los obispos, el clero y el pueblo de la Iglesia Episcopal, el Obispo Primado, Revmo. Frank Griswold manifestó que esperaba que "durante este tiempo lleguemos a ser una comunidad unida en la oración y el servicio."

El Obispo Primado agregó que "este es el momento de tener presente que la necesidad de sobrellevar las cargas de los unos sobre los otros y compartir en el sufrimiento de los demás es una parte integral de ser miembros del Cuerpo de Cristo. Pido a cada uno de los miembros de nuestra iglesia que oren y apoyen en forma concreta a nuestros hermanos y hermanas quienes ahora están pasando por estas abrumadoras jornadas desoladoras y comienzan a enfrentar los difíciles desafíos del futuro." [Declaración completa en: http://www.episcopalchurch.org/3577_64686_ENG_HTM.htm].

El Fondo Episcopal de Beneficencia y Desarrollo (ERD) respondió en forma inmediata, enviado fondos de emergencia a las diócesis de Luisiana, Misisipí, del Golfo Central y la Luisiana Occidental para responder a las necesidades imprescindibles de comida, refugio y medicamentos.

Robert Radtke, presidente de ERD, describió a los estragos causados por el huracán como "semejantes a un tsunami."

Y agregó que "las autoridades se encuentran buscando y rescatando personas de los techos de sus hogares. Pero nuestra principal preocupación es atender a las personas que han sido desplazadas o han perdido sus hogares y todas sus posesiones."

Segun Radtke, los pobres resultan siendo los más afectados por los desastres naturales: "Quienes tienen recursos pueden ponerse a salvo. Nuestra prioridad es ayudar a los pobres, a los que han sido afectados más drásticamente por la situación."

El Obispo de Luisiana, Revmo. Charles Jenkins, hablando desde sus oficinas temporarias en la iglesia St. James de Baton Rouge, Luisiana dijo que todos se sentían "como un ciervo encandilado por los focos de un automóvil. Hemos perdido por lo menos 18 iglesias. Hasta hoy las oficinas diocesanas no se habían inundado, pero creo que ya han sido saqueadas. Nueva Orleáns es una ciudad con muchos pobres y hay mucho desasosiego entre la gente."

Y agregó "hemos recibido llamadas de diócesis de toda la nación para ofrecernos ayuda, y el ERD ha sido de tremendo apoyo para nosotros. Esto es lo mejor que hay en la iglesia: unirnos y ayudarnos mutuamente durante los tiempos más difíciles."

El Obispo Bruce MacPherson, de la Luisiana Occidental explicó que durante las últimas 72 horas su diócesis ha recibido miles de evacuados. Dijo que "un número de nuestras congregaciones se encuentran respondiendo a las necesidades de estas personas; tenemos a unas 200 personas de hogares de ancianos y, además otras familias que están siendo alojadas en nuestro centro de conferencias y campamento diocesano. Se les está alimentando y proveyendo alojamiento en las cabañas."

En Misisipí, Lauren Auttonberry, portavoz de la diócesis, dijo que muchas de las iglesias han sido "destruidas totalmente. Las estructuras de nuestras iglesias de la costa han sido destruidas completamente. La iglesia St. Peter's by-the-Sea sufrió graves daños, aunque sus paredes todavía se encuentran en pie. St. Mark's, Gulfport, Christ Church, Bay St. Louis, y Redeemer, Biloxi han sido destruidas completamente."

El Obispo de Misisipí, Revmo. Duncan Gray describió la catástrofe en términos de "incalculables proporciones."

Y manifestó que "antiguos residentes de la costa del Golfo han dicho que el desastre causado superará los daños provocados por el huracán Camille de 1969. Hay miles que han perdido sus hogares e iglesias a las cuales, en tiempos de crisis, habían podido allegarse. Según informes que todavía no han sido confirmados, por lo menos 6 iglesias episcopales san sido totalmente destruidas y otras han sufrido daños severos. Son momentos de angustia, dolor y lágrimas."

Pero, agregó que, también, "es un tiempo de esperanza," puesto que cientos de episcopales de toda la nación han llamado para ofrecer diferentes formas de ayuda. El ERD envió a su diócesis 25 mil dólares para ayuda de emergencia.

Auttonberry dijo que "estamos compilando una lista del clero del área y su situación," y urgió a todos los que pueden aportar información sobre alguna de las iglesias o su clero que llamen a la oficina diocesana al 601-948-5954 o por correo electrónico a allinhouse@dioms.org.

Se puede obtener más información y detalles sobre el envío de donaciones a la Diócesis de Misisipí en su sitio Web: http://www.dioms.org/.

Para ayudarles en la coordinación de las tareas de auxilio entre las tres diócesis, los Obispos Jenkins, Gray y Duncan tendrán una conferencia telefónica diaria.

ERD ha respondido preliminarmente a las necesidades de la Diócesis de Luisiana con un aporte de 50 mil dólares. Malaika Kamunanwire, directora de comunicaciones y de la campaña anual de recaudación de fondos del ERD dijo que "aunque todavía no se conocen los pormenores de la catástrofe se, ya se ha iniciado una evaluación de las necesidades. Los fondos responderán a las necesidades inmediatas de sueldos, alimentos, amparo, ayuda sanitaria y otras necesidades de los que han sido afectados."

ERD ha enviado a la Diócesis del Golfo Central una donación de 20 mil dólares. Kamunanwire agregó que "el dinero será destinado a ayudar a las personas más vulnerables y cuyos hogares han sido dañados gravemente o destruidos. La diócesis se encuentra evaluando los daños y la respuesta, pero estos fondos iniciales servirán como recurso a las parroquias para que puedan sufragar gastos de alojamiento y alimentación en sus propias comunidades."

Además. ERD está enviando una donación de $7.500 a la Diócesis de Luisiana Occidental para ayudar a solventar las necesidades de miles de evacuados. ERD está atento a continuar su apoyo a medida que se conozcan las necesidades.

Para ayudar a las víctimas del Katrina se pueden hacer donaciones a nombre de US Hurricane Fund, por medio de su tarjeta de crédito en http://www.er-d.org/ o llamado al 800-334-7626, ext. 5129. Se pueden enviar donaciones por correo a: Episcopal Relief and Development, c/o US Hurricane Fund, PO Box 12043, Newark, NJ 07101.

ERD, el Fondo Episcopal de Beneficencia y Desarrollo es una organización internacional de beneficencia y desarrollo de la Iglesia Episcopal de los Estados Unidos. ERD es una organización independiente, sin fines de lucro [501(c)(3)] y socorre a las personas y renueva la esperanza en todas partes del mundo. Provee ayuda de emergencia en tiempos de crisis y ayuda en la reconstrucción posterior a los desastres. Ayuda a que las personas emerjan de la pobreza ofreciendo soluciones a largo plazo en áreas tales como seguridad alimentaria, ayuda sanitaria, incluyendo malaria y el VIH/SIDA.

Si desea más información del ENS sobre el huracán Katrina, visite: http://www.episcopalchurch.org/3577_19465_ENG_HTM.htm.

Episcopal News Service
– Matthew Davies es miembro del cuerpo editorial y administrador de la Web del Episcopal News Service.
Jan Nunley es directora adjunta para comunicaciones del la Iglesia Episcopal.
Thomas Mansella es Coordinador de Servicios de Traducción del Departamento de Comunicaciones.

 

 


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Last Updated September 3, 2005