17 agosto 2005
Por Onell A. Soto
TAIZÉ, Francia ago 17 – El Hermano Roger, prior
de la Comunidad de Taizé, falleció víctima de tres cuchilladas en
el cuello durante un culto de oración en el que participaban unas
2,500 personas, principalmente jóvenes.
Una mujer de origen rumano, de 36 años de edad,
sacó un cuchillo y se abalanzó contra el anciano religioso de 90
años de edad que falleció en pocos minutos. Hasta el momento se
desconocen los móviles de este atentado. La policía dijo que la
acusada no parece tener problemas psiquiátricos.
La población de Taizé, cerca de Cluny, está situada
a 240 millas al sudeste de París. El presidente Jacques Chirac dijo
que la comunidad es ejemplo de "respeto y tolerancia" y que el Hermano
Roger fue uno de los cristianos más queridos en el mundo y que será
recordado con "cariño y gratitud."
El Hermano Roger fundó la Comunidad de Taizé
en 1940 como lugar de ayuda a los refugiados de la guerra y desde
entonces fue un centro de paz y reconciliación. Desde sus inicios
la comunidad fue monástica y ecuménica. En la actualidad tiene unos
100 monjes tanto católicos romanos como protestantes, procedentes
de 25 países.
La comunidad desarrolló un tipo de liturgia basada
en la meditación, la oración y el silencio que es usada alrededor
del mundo. Sus cantos en forma repetitiva generalmente con palabras
tomadas de los salmos o los evangelios, han sido fuente de inspiración
para millones de cristianos.
Siguiendo la tradición benedictina todos los
hermanos trabajan en el mantenimiento de las sencillas instalaciones
y en la preparación de los alimentos a los miles de peregrinos que
llegan aquí todos los años.
Por su interés en la juventud, el Hermano Roger
organizó desde 1978 grandes concentraciones de jóvenes entre el
28 de diciembre y el 1 de enero de cada año en las principales ciudades
europeas. El último retiro tuvo lugar en Milán, Italia.
El Hermano Roger, cuyo nombre original era Roger
Louis Schutz-Marsauche, comenzó su ministerio como pastor protestante
en Suiza y logró el respeto y la admiración de los cristianos en
todas partes del mundo.
El papa Juan Pablo II conoció personalmente al
Hermano Roger en 1962 y visitó la comunidad en 1986.
Al saberse la noticia comenzaron a llegar mensajes
de todas partes del mundo. El papa Benedicto XVI dijo que su asesinato
era una noticia "muy triste." El arzobispo de Cantórbery, Rowan
Williams, dijo que sentía un "shock indescriptible" y una pena que
un hombre que luchó tanto por la paz muriera de esa forma.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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