1 agosto 2005
MANAGUA, Nicaragua – Unos 8 mil evangélicos elevaron el sábado sus oraciones a Dios para que alumbre a los políticos del país el camino acertado de la salvación nacional.
"Nicaragua está muy enferma," dijo Augusto Cesar Marenco, pastor general del Ministerio Apostolar Centro Cristiano, organización promotora del singular acto..
En su opinión, todos los problemas económicos, sociales y políticos que confronta el país, revierten contra la sociedad. "Los políticos tienen que ponerse a (ajustar) cuentas con Dios. No es posible que nos quedemos de brazos cruzados. Alcemos nuestras voces ante el Creador y encarguémosle Nicaragua porque Él sí sabe responder a nuestras necesidades," afirmó.
El pastor Marenco dijo que Nicaragua vive una situación de gran tensión, por los continuosenfrentamientos entre poderes del Estado, que no se puede ignorar. "Es necesario que se manifiesten los evangélicos en una actitud patriótica, espiritual, por el bien del país," sostuvo.
El evento que llevó por lema: "Te bendecimos ciudad," tuvo varios objetivos. Además de interceder ante Dios para que las autoridades desempeñen sus cargos de manera transparente y patriótica; también era preciso orar por la mejora económica y social del país y por una verdadera convivencia nacional, aseguró Marenco.
A la jornada de oración fueron invitados funcionarios del gobierno y dirigentes políticos. El acto debió iniciarse con 2 horas de retraso por la ausencia de estos invitados, según Marenco, "los principales ya que son actores de lo que pasa en el país."
Marenco exigió a los políticos nicaragüenses que cambien de actitud "antes de que los efectos de tanta crisis que agobia al país se conviertan en un "ambiente donde ya no se pueda hacer nada y entonces las cosas serían muy peligrosas," sentenciò.
Carlos Emilio López, ex procurador de los Derechos de la Niñez, uno de los asistentes al acto, dijo al diario La Prensa que es importante que la clase gobernante escuche al pueblo evangélico, ya que según estimaciones estadísticas al menos el 30 por ciento de la población nicaragüense confiesa esa religión.
"No es posible que la clase política esté enfrascada en la agenda política, hay que abrirse a la agenda económica y social," precisó, deplorando que para el poder "esos temas están invisibles."
Nicaragua vive una difícil coyuntura política. Tras la escandalosa liberación y posterior reclusión en arresto domiciliario del ex presidente Arnoldo Alemán, el Congreso se alista a aprobar el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y Republica Dominicana (CAFTA) aún con la oposición del influyente bloque sandinista.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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