18 julio 2005
HUANUCO, Peru – Yuri Peso Cajaleón, una niña peruana de 8 años, fue violada y asesinada en diciembre del año 2003 y hoy sus familiares y organizaciones de defensa de los derechos humanos, como la Asociación Evangélica Paz y Esperanza, han emprendido una cruzada nacional en demanda de justicia.
"Su sangre derramada en el cuarto, en las gradas y en el lugar donde la arrojaron, clama hoy justicia, para que nunca más la vida de un niño o niña se extinga en las manos de enfermos y criminales depravados sexuales," afirma Loida Carriel, responsable del Area de Incidencia y Comunicaciones de Paz y Esperanza.
Los hechos ocurrieron la noche del 18 de diciembre en el distrito de Ripán, en el departamento de Huánuco, a unos 420 kilómetros al este de Lima. Yuri participaba con sus padres en la fiesta de fin de año de la escuela donde estudiaba uno de sus hermanos, colindante con la discoteca Arco Iris.
Las últimas personas que vieron con vida a la niña aseguran que jugaba inocentemente en las escaleras de la discoteca. Antes de la medianoche fue raptada, llevada al segundo piso de la discoteca, encapuchada, amarrada con cables de luz y violada sexualmente.
A un año y medio de su muerte, la justicia aún no ha señalado a los culpables. El caso está en la etapa del juicio oral y se ventila en la Segunda Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Huánuco – Pasco.
El departamento de Huánuco es el segundo más pobre del país y uno de los que registra mayor índice de violación sexual a menores. Muchos de estos crímenes quedan en la impunidad.
Las investigaciones apuntan a 3 sospechosos, entre ellos el dueño de la discoteca Arco Iris, Walter Pedro Ayala Rojas, su hijo Gary Ayala Miranda, y José Navarro Chávez Tacto.
La campaña desplegada por los padres y las organizaciones que demandan justicia en el caso de la niña Yuri Peso, constituye una cruzada de presión y vigilancia a las autoridades judiciales a través del envío masivo de cartas y mensajes de internet a la Corte Superior de Justicia de Huanuco-Pasco y directamente a cada uno de los vocales.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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