7 jun 2005
MONTREAL, Canadá – Organizaciones de la sociedad civil de América Latina, que participan en las reuniones de las Partes del Protocolo de Cartagena, pidieron a Brasil que cese de bloquear el régimen de bioseguridad.
Brasil y Nueva Zelanda fueron los dos únicos países del mundo que se opusieron a la adopción de reglas claras para la identificación en las exportaciones de alimentos y de otros productos transgénicos, que estaban siendo acordadas en la Reunión de las Partes del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, celebrada la semana pasada en Montreal, Canadá.
Organizaciones como Greenpeace Brasil y México, Tierra de Derechos, Amigos de la Tierra de Honduras, de Guatemala, de Nicaragua, de El Salvador y de Costa Rica expresaron su frustración y perplejidad, en comunicado público, por la posición adoptada por la delegación brasileña en el encuentro.
Con la falta de consenso, originada por la posición de Brasil y de Nueva Zelanda, la decisión sobre la implantación del artículo 18-2(a) del Protocolo de Bioseguridad, que trata de "manipulación, transporte, embalaje, identificación" de productos transgénicos destinados al consumo como alimentos o para procesamiento, fue rechazada.
"La actitud de ese país refleja un profundo desdén por las graves preocupaciones científicas con el ambiente y la salud humana, que dieron origen al surgimiento de la Convención de la Biodiversidad y al Protocolo de Bioseguridad," dijeron representantes de las organizaciones.
La delegación brasileña "necesita saber que lo que está en juego en estas negociaciones va más allá del comercio," dice la nota suscrita por la Fundación Sociedades Sustentables, de Chile; Redes, de Uruguay, Acción Ecológica, de Ecuador; Asesoría y Servicios a Proyectos en Agricultura Alternativa (AS-PTA), de Brasil, y el Instituto de Defensa del Consumidor.
Esos organismos lamentan el alineamiento de Brasil con las delegaciones de países que no son partes del Protocolo y con miembros del "Grupo de Miami," minoritario, que reúne a los principales países exportadores de alimentos transgénicos.
Las organizaciones latinoamericanas que suscriben la nota instan a Brasil a reconsiderar su posición "y que pare de bloquear el consenso emergente" sobre los instrumentos para la implantación de los items que componen el Protocolo de Bioseguridad.
Curitiba, la capital del Estado de Paraná, será la sede de la Tercera Reunión de las Partes del Protocolo, en marzo de 2006.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (ALC)
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