3 junio 2005 Por Fernando Oshige
LIMA, Peru – El pastor Humberto Lay, probable candidato presidencial en las elecciones del 2006 por el Movimiento de Restauración Nacional, lanzó duras críticas al gobierno del presidente Alejandro Toledo y a los políticos que condujeron el país en los últimos 40 años.
"Esos gobiernos, según Lay, pareciera que se hubieran puesto de acuerdo para ejecutar un plan de destrucción sistemática del país, cada uno complementando lo que hizo el anterior."
"Hoy, agregó, estamos, en medio de una crisis generalizada y con una presión social peligrosa, que puede producir una explosión social incontenible y desembocar en la anarquía o en otra aventura extremista o dictatorial."
Lay, pastor de la Iglesia Bíblica Emmanuel, ha sido miembro de la Comisión Nacional Anticorrupción durante el gobierno de transición de Valentín Paniagua (2001) y de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación en el gobierno de Toledo.
Preside actualmente el MRN, partido de inspiración evangélica, que está a la espera de que la Oficina Nacional de Procesos Electorales declare válidas las firmas de los adherentes del movimiento y formalice su inscripción para la próxima lid electoral de abril de 2006.
El gobierno de Toledo, según su evaluación, muestra aciertos en el campo macro-económico, pero se ha desprestigiado por su falta de liderazgo, por la corrupción generalizada, por las promesas incumplidas y por los escándalols en que se han visto envueltos el presidente y sus familiares.
Para Lay lo más grave en el gobierno de Fujimori fue la corrupción sistémica instalada en las más altas instancias del gobierno y la pérdida de los valores morales de un gran sector de la nación.
En el gobierno de Alan García, agrega, el pueblo sufrió las consecuencias de la hiperinflación, del aislamiento del sistema financiero financiero internacional y de la guerra interna que causó la muerte a más de 10 mil personas y pérdidas materiales del orden de los 18 mil millones de dólares.
El pueblo peruano no cree en la clase política y por eso las encuestas indican que más del 70 por ciento de la población quiere que los polítcos "se vayan." El Congreso no aprueba las leyes que el país necesita para progresar; las comisiones investigadoras no llegan a ninguna conclusión; mientras los parlamentarios cobran 16 sueldos en un país con más del 50 por ciento de la población en situación de pobreza y un 15 por ciento en extrema pobreza, dice Lay.
La falta de credibilidad se extiende hasta el Poder Judicial, afectada por la corrupción; al Ministerio Público, que no procesa a los corruptos y violadores de derechos humanos, y a las fuerzas de seguridad, señala.
Ante ese panoramá tan sombrío "los cristianos tenemos que seguir orando por la nación y por sus gobernantes y tenemos que extender el mensaje cristiano con pasión y compasión por los desposeídos y por los que sufren. Pero hoy, es más necesaria que nunca nuestra participación en la sociedad con los valores de la fe cristiana, pero también con profesionalismo y excelencia," puntualiza.
Estas son las razones, dice Lay en un manifiesto dirigido a los más 3 millones de evangélicos peruanos, que explican la decisión de un grupo de ciudadanos para intervenir directa y deecididamente en la vida política del país.
Restauración Nacional nace, según el pastor Lay, con la visión de llegar al gobierno para beneficiar al pueblo sin distingos de ninguna clase, para servir y no para ser servido, para ser un motor poderoso contra la corrupción e impulsar el país hacia la prosperidad. No nace para imponer nuestra fe sino para aportar con los valores de la Palabra de Dios en la construcción de una nueva república, verdaderamenmte solidaria y digna donde los peruanos podamos vivir en paz, concluye.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (ALC)
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