15 abril 2005 Por José Aurelio Paz
LA HABANA, Cuba –"Vivir es un acto eucarístico," afirmó el destacado teólogo brasileño Frei Betto, durante el reconocimiento que le hiciera el Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), por sus aportes al pensamiento teológico cubano, a través del libro Fidel y la Religión que arriba a los 20 años de su primera edición.
La entrega de una placa de reconocimiento tuvo lugar en el marco del Encuentro de Generaciones de Teólogos Cubanos, que sesiona este jueves y el viernes en la catedral episcopal de la Santísima Trinidad, en Ciudad de La Habana.
Visiblemente emocionado, Betto hizo un recuento anecdótico en torno a las peripecias en que se produjo la entrevista entre él y el mandatario cubano y habló de los "problemas" de popularidad que le ha acarreado un texto que ha sido traducido a 23 idiomas en 33 países.
Momentos antes, el sacerdote y escritor brasileño había dictado una conferencia sobre los desafíos actuales de la teología la cual, aderezada por ese sentido del humor y la ironía que le caracterizan, habló de que todo fenómeno de la vida es un fenómeno eucarístico en tanto unos mueren para que otros tengan vida.
"Un vegetal o un animal muere para darnos vida -afirmó el importante exponente de la Teología de la Liberación-. Vivimos para aspirar el oxígeno que nos dan las plantas a las cuales le devolvemos a su vez, para que vivan, dióxido de carbono. Lo que demuestra una profunda comunión en todo lo que existe."
En el curso del análisis Betto planteó la siguiente interrogante: "¿Debe la iglesia sacralizar un régimen político sea capitalista o socialista? En toda la historia, cada vez que un régimen político ha comprometido su misión por identificar la perennidad de la propuesta del Evangelio con la provisoriedad de una propuesta política ambos, iglesia y régimen, han ido al hueco negro. Entre otros ejemplos citó al franquismo.
Afirmó: "Un régimen que necesita de la sacralización de la Iglesia es muy débil. La Iglesia tampoco necesita ser sacralizada por ningún sistema político.
"Una verdadera propuesta política que se legitimiza por su naturaleza popular no necesita el bautizo de ninguna iglesia. En su naturaleza popular le nace la autoridad y la veracidad. Por eso debemos luchar porque todos los sistemas políticos tengan legitimidad popular."
Luego de afirmar que, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), mueren cada hora en el mundo mil personas por hambre y unos cinco millones de niños cada año, criticó el hecho de que no existan proyectos serios para enfrentar el problema.
"Tener un poco de comida o abrigo no es un derecho humano, afirmó, es un derecho animal que no somos capaces de garantizarle a todos los hijos de Dios (...) Sólo los que están en la profunda miseria de hambre," dijo categórico, calificando el fenómeno de puramente clasista.
En el Encuentro de Generaciones de Teólogos Cubanos, donde participan líderes de diversas denominaciones eclesiales del país, luego de partir de un análisis sobre la situación actual de la economía cubana, las relaciones Iglesia-Estado y el protagonismo social del protestantismo, representantes de varios grupos generacionales expusieron sus ideas.
El análisis transita por los aportes logrados en torno a un pensamiento teológico coherente y comprometido con la causa de los más humildes, a la vez que se discuten los nuevos desafíos en medio de la compleja realidad de una sociedad que opta por mantener un sistema social distinto al proyecto globalizador del mundo.
Frei Betto daba un poco la pauta a seguir por los líderes cubanos cuando llamó a rescatar las primeras palabras de la Biblia. "Dios nos ha creado para vivir en un paraíso. Pero nosotros, desde nuestros egoísmos y ambiciones, hemos quebrado el proyecto de Dios en la historia humana. Nos toca a nosotros, entonces, restaurarlo," afirmó.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (ALC)
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