21 mar 2005
SAN SALVADOR, El Salvador – El obispo de la Iglesia Luterana Salvadoreña, Medardo E. Gómez, declaró sentirse apenado por la actitud secesionista de dos pastores de su denominación.
El obispo Gómez reconoció la semana pasada que había suspendido a los reverendos Ricardo Cornejo y Roberto Pineda, porque han cometido desacato contra la iglesia, pero aclaró a un diario local "no haré público los problemas internos de la iglesia."
Posteriormente, en una carta a los fieles, declaró sentirse dolido por el problema y que dos personas que colaboraban con él "han tomado caminos diferentes a nuestra Iglesia. Han actuado con infidelidad, irrespeto y desacato. Por ello, han sido suspendidos como pastores de la Iglesia Luterana Salvadoreña."
Puntualizó que ellos están "construyendo un movimiento eclesial paralelo y ahora lo anuncian como Iglesia Luterana Popular de El Salvador," pero ya no son nuestros pastores.
El obispo enfatizó que Roberto Pineda y Ricardo Cornejo, "están tratando de hacer daño a la Iglesia, centrando sus ataques sobre mi persona y en una forma mentirosa e injusta dicen que la Iglesia se ha derechizado y que yo como Obispo he dado un giro de 180 grados."
No crean esa mentira, dice el obispo. "Nuestra presentación no es ser de izquierda o derecha, somos de Dios, somos de Cristo. Les llamo al acompañamiento fraternal."
"La historia de mi vida ha sido de muchas pruebas difíciles, he enfrentado amenazas, persecución, tortura, cárcel, mucha pobreza," pero todo ello ha sido posible de sobrellevar; ahora con las mismas fuerzas sé muy bien que también lo sabré superar, dice el obispo Gómez.
Según la prensa salvadoreña, Pineda y Cornejo forman parte del Bloque Popular Social, una organización que promueve manifestaciones callejeras en contra del gobierno del presidente Elías Antonio Saca y del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. En diciembre del año pasado, Cornejo fue golpeado brutalmente por la Policía Nacional Civil.
Por otra parte, el reverendo Eduardo Chinchilla Guevara, secretario regional para Mesoamérica del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) envió al obispo Gómez, un mensaje que dice: "En estos tiempos necesitamos de una iglesia unida que dé testimonio de nuestro Señor Jesucristo a un mundo dividido. Les insto a agotar todas las instancias de diálogo, sabiendo de la madurez que ha caracterizado a la Iglesia Luterana Salvadoreña.
"El CLAI por su parte se mantendrá acompañándoles de manera solidaria y siempre presente en este momento tan difícil que usted como cabeza de la Iglesia Luterana enfrenta," agrega.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (ALC)
|