23 noviembre 2004
BUENOS AIRES, Argentina - La ausencia de la voz de la mujer en la información que proveen los medios masivos de comunicación está acompañada por el hecho de que las mujeres y sus acciones en la vida pública apenas ocupan entre 5 y 15 por ciento del total de la información que se publica o emite a diario.
Esta situación fue resaltada hoy por Dafne Sabanes Plou, comunicadora metodista argentina, ex presidenta de la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana (WACC por sus siglas en inglés) -Región América Latina y de la Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (ALC), en un panel organizado por la Pastoral de Mujeres y Justicia de Género del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI).
En su ponencia, titulada "Comunicacion, medios y construccion de ciudadanía de las mujeres," Sabanes dijo que las investigaciones también comprobaron que a las mujeres que aparecen en los informativos se las muestra muchas más veces como víctimas y que si se les pide una opinión o un comentario, se tiende a que hablen en calidad de mujeres "comunes" y no como expertas.
La capacidad de la mujer de incidir como protagonistas sociales y de intervenir e influir en la vida y en las cuestiones públicas quedan soslayadas por la información que se emite a diario. La imagen del mundo que proyectan los medios es una en la cual las mujeres apenas existen, a pesar de ser la mitad de la población mundial, indicó.
Debido a la gran influencia que los medios han adquirido en la sociedad actual, dijo Sabanes, se hace necesario que los nuevos roles que han asumido las mujeres sean reconocidos, para que el protagonismo que tienen en la sociedad se vea y se escuche y pase a integrar la cotidianidad de lo que percibimos y oímos.
Se ha dicho mucho sobre la cosificación del cuerpo de la mujer en la publicidad, pero también nos encontramos ante la cosificación de los problemas reales por los cuales atraviesan las mujeres, como en los "talk shows," donde se trivializan cuestiones dolorosas y hasta trágicas que forman parte de la vida cotidiana de muchas mujeres.
Además, indicó, el discurso de los medios sobre la superioridad masculina en determinados ámbitos, como por ejemplo el espacio político, suele adquirir tintes manipuladores.
Durante la discusión en el Congreso argentino de la Ley de Cupos, en 1991, anotó Sabanes, la investigadora Judy Cháneton comprobó que los medios presentaron a las mujeres como invasoras de la Cámara de Diputados, donde los varones han ejercido un poder incuestionable durante décadas y las mostraron deambulando por los pasillos, subiendo y bajando escaleras sin rumbo fijo.
Los medios en ningún momento hicieron referencia a las 29 intervenciones de las legisladoras en ese debate parlamentario, donde defendieron el derecho a la plena participación política de las mujeres, agregó.
En épocas más recientes, indicó, cuando Elisa Carrió inauguró el instituto de formación política Hanna Arendt, las crónicas periodísticas se encargaron de resaltar que la ex candidata presidencial había cambiado su "look," adelgazando unos cuantos kilos, cambiando su corte de pelo y la tintura y vistiendo de forma más "fashion." Dieron más importancia a estos detalles de color, que al significado político de la apertura de este instituto.
Señaló que Soledad Alvear y Michelle Bachelet, precandidatas presidenciales en Chile, resaltaron que las primeras preguntas que los periodistas les hacen son cómo se las arreglan para ser madres y ministras, cómo hacen las tareas de la casa o les preguntan quién las viste, o si creen que Chile podría ser gobernado por una mujer. A los ministros nadie les hace esas preguntas, por supuesto.
No es casual, concluyó, que en la Plataforma de Acción de Beijing, hace ya casi 10 años,las mujeres demanden que los medios presenten apropiadamente y sin prejuicios ni estereotipos las imágenes, discursos y conocimientos que generan las mujeres, porque ellas tienen derecho a participar de la conversación pública, como sujetas de información y actoras en los campos político, económico, social y cultural.
Para que esto ocurra, sostuvo, las mujeres deben dar el debate, tanto dentro como fuera de los espacios oficiales. A las mujeres les toca también construir opinión pública, tal como ocurrió durante el debate de la Ley de Salud Reproductiva en la ciudad de Buenos Aires, donde la población apoyó las propuestas progresistas del movimiento de mujeres, enfrentando una férrea oposición de sectores conservadores, incluyendo la Iglesia Católica.
Es necesario construir una visión integral del ejercicio de la ciudadanía por parte de las mujeres, de la mujer como emisora, capaz de generar ideas, propuestas e iniciativas para el bien común, con el fin de sostener la lucha para lograr igualdad de oportunidades, inclusión social y respeto por los principios de equidad y de justicia de género, concluyó Sabanes.
El panel El Género y el Poder, fue coordinado por la Pastora Judith Van Osdol, de la Pastoral de las Mujeres y Género de CLAI, para inaugurar la Campaña Mundial "Sobre las Alas de una Paloma," del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), que durante 16 días incidirá en la lucha para combatir la Violencia Contra las Mujeres.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (ALC)
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