14 Noviembre 2004 Por Manuel Quintero
QUITO, Ecuador - Los esfuerzos de las iglesias evangélicas en materia de igualdad religiosa están motivados por la convicción de que "una nueva ley de culto no es simplemente una búsqueda de privilegios, sino una búsqueda de nuevos horizontes para la democracia en América Latina," dijo aquí el pastor Israel Batista, secretario general del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI).
En la conferencia inaugural de la Consulta Andina sobre Igualdad Religiosa, que sesiona en la capital ecuatoriana los días 17 al 19 de noviembre, el pastor Batista recordó la definición del Estado que sugirió la Conferencia de Iglesias de Oxford de 1937, como "garante de la ley y siervo de la justicia."
En esa perspectiva, se preguntó cómo el Estado puede cumplir la función de garantizar la ley y servir la justicia cuando la economía y el mundo financiero dictan las leyes y el comportamiento de los gobiernos.
"La discusión del tema del Estado en relación con la igualdad de culto se vuelve un desafío para nuestras iglesias evangélicas. para tratar de buscar espacios más comunes de voz pública y responsabilidad social," destacó.
En su análisis del devenir histórico del protestantismo en el continente, el secretario general del CLAI señaló que "si el protestantismo histórico como minoría insignificante logró cierta influencia en la sociedad y muy tangencialmente a nivel del Estado, hoy el mundo evangélico como minoría significativa. tiene posibilidades más concretas de participación e intervención en la vida social y política de nuestros pueblos."
Esas oportunidades, apuntó, se dan en el contexto de una ruptura de la hegemonía del catolicismo romano y de una creciente pluralidad religiosa de las sociedades latinoamericanas.
Explicó que, si bien hay sectores del catolicismo preparados para aceptar esa puntualidad, otros, a veces con mucho poder, intentan la recuperación de la hegemonía perdida. Pero, advirtió, esa historia de oposición y tensión con el catolicismo no debe llevar a las iglesias evangélicas a plantear el tema de la igualdad religiosa como algo puramente polémico y antagónico.
"La propuesta evangélica debe ser una búsqueda consensuada de una pluralidad en igualdad como aporte a la democracia," subrayó.
El líder ecuménico también rechazó las pretensiones de que la igualdad religiosa sea un tema exclusivo de las iglesias evangélicas, y afirmó que la incapacidad para dialogar es una señal de inseguridad y de sectarismo.
"No pensemos que un reordenamiento religioso de la sociedad podemos hacerlos solos como evangélicos. Esto implica que tenemos que aprender a sentarnos en las mesas de negociaciones y diálogo con católicos romanos, judíos, religiosidades populares y otras religiones," dijo.
Batista llamó a unir esfuerzos para influir en la esfera política, "no buscando poder, sino fermentando con valores éticos y morales, participando más activamente en la toma de decisiones y en la vida del Estado, y creando espacios para la influencia de las iglesias evangélicas dentro del Estado y la sociedad."
En la consulta, que abordará el tema de la igualdad religiosa desde puntos de vista jurídicos, históricos y políticos, participan unos sesenta delegados y delegadas de iglesias y organismos cristianos de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, España, Perú, Venezuela y el país anfitrión.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (ALC)
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