28 de abril de 2003
Por David Kohler y Cisar Dergarabedian
"Nos exhortamos y exhortamos a todos a andar
por el mundo con fe y esperanza," una esperanza "que descansa en
la conviccisn de que nuestros esfuerzos no seran en vano," gracias
a la fe "que nos mueve a luchar por la defensa de la vida en esta
tierra."
La exhortacisn es parte de una declaracisn emitida
por un numeroso grupo de jsvenes que, procedentes de 14 pamses,
estuvieron reunidos en Ramos Mejma, en los suburbios de la ciudad
de Buenos Aires, Argentina, entre el 24 y el 27 de abril. Allm los
jsvenes, en su mayorma latinoamericanos y algunos llegados de Europa
y los Estados Unidos, participaron de un seminario sobre Juventud
y Globalizacisn convocado por el Consejo Latinoamericano de Iglesias
(CLAI) y el Consejo Mundial de Iglesias (CMI).
Con el lema "Fe y Esperanza Viva," debatieron
sobre globalizacisn, deuda externa, comercio internacional y las
consecuencias de todo esto en la juventud y en las iglesias. Entre
esas consecuencias la declaracisn final del seminario enumera: "exclusisn,
desempleo, pirdida de identidad cultural, consumismo, mala distribucisn
de la riqueza y crisis ecolsgica, entre otras calamidades."
"La transnacionalizacisn de la economma mundial,"
analiza la declaracisn, significa que las empresas "se mueven libremente
por el planeta buscando la mano de obra mas barata, el medio ambiente
menos protegido por leyes y reglamentos, el rigimen fiscal mas favorable
o los subsidios mas generosos." Una de las consecuencias de este
fensmeno es que se profundizan "los procesos de pauperizacisn de
los mas pobres, para los cuales la vida, en vez de ser un don de
Dios, se ha transformado en una verdadera tragedia."
Frente a esta realidad, opins Joyce Torres (29),
de Sco Paulo, Brasil, "hay que hacer valer lo que creemos: un reino
de Dios con justicia que garantice los derechos humanos de todas
las personas. Si nos unimos, tendremos mas fuerza para enfrentar
esta situacisn adversa."
Realidades nacionales y propuestas alternativas
Los jsvenes brasileqos trazaron un panorama del
impacto de la globalizacisn en su pams. Segzn ellos hay un "Brasil
oficial," donde viven solamente las elites dominantes. Existe tambiin
un "Brasil virtual," compuesto por las telenovelas e Internet. Y
finalmente esta el "Brasil real," una "tierra de exclusisn y lugar
de conflictos sociales": el Brasil de los "sin tierra, sin pan,
sin nada."
A su turno, los jsvenes paraguayos enumeraron
dramaticas consecuencias de la globalizacisn en la tierra guaranm.
"Muchos niqos estan perdiendo su niqez, trabajando en lugar de ir
a la escuela, mendigando en las calles, durmiendo en las veredas."
Mas tarde, ya jsvenes, "siguen por el camino de la drogadiccisn,
el alcoholismo y la prostitucisn."
"Frente a la fragmentacisn social provocada por
relaciones injustas que se nos imponen, las iglesias cristianas
pueden trabajar unidas entre sm y junto con los mzltiples movimientos
sociales comprometidos con la vida humana en esta tierra, en una
ineludible vocacisn ecuminica.," sugirieron los participantes del
seminario en la declaracisn final. Tambiin propusieron la realizacisn
de un foro sobre alternativas econsmicas al neoliberalismo y a la
globalizacisn capitalista, en el marco de la prsxima Asamblea del
CMI en Porto Alegre, Brasil, en enero de 2006.
Ademas subrayaron la necesidad de "una verdadera
Doctrina Social Cristiana, que exprese los fundamentos cristianos
de una sociedad (...) basada en el Evangelio." Esta doctrina debe
iluminar no sslo a las comunidades eclesiales y a sus instituciones
educativas, sino tambiin a los "laicos y laicas, y jsvenes que haran
presente la voz de la iglesia en sus lugares de accisn cotidiana,
en lo polmtico, social, econsmico y cultural."
Unidos y organizados en la adversidad
El seminario se realizs en medio de la campaqa
polmtica previa a la eleccisn presidencial en la Argentina, que
se llevs a cabo el 27 de abril. Un dma antes, los participantes
visitaron uno de los barrios mas pobres de la ciudad de Buenos Aires.
Allm, en una zona conocida como Bajo Flores,
donde unas 50 mil personas sobreviven en un ambiente de postergacisn
y miseria, fueron confrontados con las terribles consecuencias sociales
de la globalizacisn, pero tambiin con algunas de las expresiones
de resistencia. En el lugar se entrevistaron con el director de
una radio comunitaria, Eduardo Najera, y visitaron una cooperativa
de produccisn y aprendizaje donde funciona una escuela de oficios.
"La experiencia me results muy interesante,"
dijo Elizabeth Jiminez (24), de Repzblica Dominicana. "Realmente
puedo aprender mucho de esto," coments la estudiante de medicina
que conoce una realidad similar en su pams. "Sslo que aqum estan
mas unidos y mas organizados y por ende pueden trabajar mejor y
con mas beneficios," aclars.
El noruego Freddy Knutsen, responsable del programa
de juventud del Consejo Mundial de Iglesias, destacs la importancia
de este tipo de eventos. "Sirven para que los jsvenes vean cuales
son los desafmos de este momento y perciban cual es el verdadero
impacto de la globalizacisn en la gente," dijo. Lo esencial para
il fue "descubrir qui posibilidades tienen los jsvenes de Amirica
Latina de enfrentar esta situacisn y proponer alternativas."
El encuentro juvenil precedis a la consulta continental
"Globalizar la Vida Plena," convocada por el CLAI y el CMI tambiin
en Buenos Aires, entre el 28 de abril y el 1 de mayo.
(Recuadro)
Dios en el patio trasero
Para Ole Jakob Lxland, estudiante de teologma
noruego de 22 aqos, que trabajs seis meses con niqos de la calle
en La Paz, Bolivia, y pass dos meses recorriendo Perz, las desigualdades
no son ninguna novedad. Pero lo que vio en el barrio de la ciudad
de Buenos Aires conocido como Bajo Flores lo impresions.
"Es un gran contraste, viniendo de un pams como
Noruega, ver las tremendas diferencias y la injusticia que sufren
las clases marginadas," explics. La experiencia, sin embargo, lo
ayuds "a reafirmar lo que es el centro esencial para mm y para la
iglesia: la liberacisn de los pobres."
La visita a ese barrio le devolvis las ganas
de vivir con los marginados. "Para comprender a los pobres hay que
entrar en el mundo de los pobres," dijo, evocando palabras del teslogo
peruano Gustavo Gutiirrez.
Admitis que viviendo en un pams nsrdico "es bien
facil olvidarse" de los necesitados. Pero en un pams pobre, reflexions,
tambiin es peligrosamente facil "acostumbrarse a la pobreza, verla
como un hecho natural."
Emily Ruff, una estadounidense de 22 aqos que
trabaja con adolescentes de familias sin techo en Orlando, Florida,
abris su corazsn. "Me sobrepass la tristeza," reconocis.
Pero tambiin se sintis reconfortada al observar
"gente fuerte y valiente" que lucha por el pan diario: "Me dio esperanza
su esperanza y ver csmo trabajan de abajo hacia arriba."
Emily compars el barrio de clase media acomodada
donde se celebrs el encuentro juvenil con lo que tenma ante su vista:
basura en las calles sin pavimentar y casas sin terminar. "Las diferencias
son dramaticas, como si iste fuera el patio de atras."
Ella no ocults su admiracisn por los "cartoneros,"
personas -a veces familias enteras- que se dedican a recolectar
papeles y cartones de los residuos domiciliarios para luego venderlos
a la industria del reciclado.
Con "su forma de vivir honesta" se destacan "en
medio de tanta corrupcisn," dijo. Ellos son un ejemplo palpable
de que Dios "camina con la gente en las luchas que enfrentan en
sus vidas."
El mensaje final del seminario esta disponible
en http://www.wcc-coe.org/wcc/what/jpc/youthsem.html
Consejo Mundial de Iglesias
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