Mensaje de Navidad 2002
22 de noviembre de 2002
por el Rev. Dr. Konrad Raiser
Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias
Ya estamos cerca de Navidad otra vez; pero este aqo, en especial, los
pueblos de todo el mundo estan luchando con miedo y ansiedad: miedo a
una posible guerra en el Oriente Medio y a sus imprevisibles consecuencias,
que repercutiran mucho mas alla de la regisn; miedo a los ataques terroristas
que provocan muertes, como los ocurridos recientemente en Bali o en Moscz;
miedo a la pirdida de los medios de subsistencia y a la miseria, como
en Argentina; miedo a la larga enfermedad y a la muerte, como el que sienten
quienes viven con el SIDA, especialmente en el Africa subsahariana; miedo
de ser vmctimas del fanatismo, el odio y la violencia, como el que sienten
las minormas itnicas o religiosas en pamses como India; o simplemente
miedo a los desastres naturales, como los huracanes, las inundaciones,
los terremotos o las erupciones volcanicas, y a las consecuencias del
cambio climatico. Y la enumeracisn podrma seguir, lo que indica un sentimiento
general de inseguridad e impotencia.!
En medio de este clima de miedo y ansiedad, escuchamos otra vez las
conocidas palabras que el angel dijo a los pastores en la primera noche
de Navidad: "No tengais miedo" (Lc. 2:10). Los pastores en aquel
campo cercano a Belin tuvieron miedo porque se encontraron con lo sagrado
y su poder sobrecogedor. En su miedo comprendieron la fragilidad de sus
vidas y se vieron enfrentados a un poder fuera de su control que podma
destruirlos o salvarlos. Pero esto tambiin nos recuerda que el miedo no
es un signo de debilidad humana que haya que esconder. En la emocisn del
miedo, nos anticipamos a un peligro o amenaza potencial y movilizamos
posibles defensas. No tenemos que avergonzarnos de nuestros miedos: nos
recuerdan que somos criaturas humanas y no Dios.
La respuesta instintiva al miedo es buscar proteccisn y seguridad, acercarse
mas los unos a los otros. La solidaridad que se crea con el miedo puede
llevar a las personas a movilizarse pero tambiin puede hacer que istas
sigan a ciegas a quienes ofrezcan o prometan seguridad. Pero, ?csmo protegernos
de quienes explotan nuestros miedos en provecho propio y deliberadamente
nos niegan la participacisn? ?Csmo podemos romper el cmrculo vicioso,
en el cual la bzsqueda misma de seguridad se convierte en la fuente de
mas miedo y las medidas de seguridad se vuelven fines en sm mismos que
nos tienen de rehenes de nuestros miedos?
La Navidad nos invita a presentar nuestros miedos a un Dios que no quiere
seguir siendo un ser sagrado inaccesible o impresionante. Dios conoce
nuestros miedos humanos, pero quiere aventarlos diciindonos con firmeza
como a los pastores con las palabras del angel: "No tengais miedo."
Dios no nos ofrece seguridad sino un amor totalmente vulnerable en el
niqo de Belin. Es el amor de "Dios con nosotros" el que puede
echar fuera el miedo (1 Juan 4:8) y liberarnos de la idolatrma de la seguridad.
Este es tambiin el impulso del Decenio Ecuminico para Superar la Violencia.
Pues, como dice el apsstol Pablo: "Asm que, estoy seguro de que no
hay nada que nos pueda separar del amor de Dios. Ni la muerte, ni la vida,
ni los angeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente,
ni lo futuro, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra de las cosas
que fueron hechas por Dios, puede separarnos del amor que il nos ha mostrado
en Cristo Jeszs, nuestro Seqor (Rom. 8:38s.).
Tambiin puede solicitarse el mensaje de Navidad en cassette o CD.
Las emisoras de radio y los servicios audiovisuales pueden obtener gratuitamente
la grabacisn del mensaje de Navidad lemdo por Konrad Raiser en aleman,
espaqol, francis e inglis si hacen su pedido antes del 10 de diciembre.
Para hacer sus pedidos, dirmjanse a la Oficina de Relaciones con la
Prensa (CMI) Correo electrsnico: chd@wcc-coe.org. Telifono: (+41 22) 791
64 21.
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